Yo Campesino / Estrategia o…
• Sangre fría, incapacidad o ignorancia, pero sometidos con todo y dinero regalado
Miguel A. Rocha Valencia
Todos los caprichos de Trump se cumplieron desde los 12 mil guardias nacionales a la frontera hasta la entrega ilegal de capos y combate directo al crimen organizado, eso más una actitud sumisa que se disfrazó de “sangre fría” o estrategia “inteligente”.
Mientras Europa y Canadá, sin ceder nada, se suman para enfrentar guerra de aranceles de Trump, en México se adoptó una política de esperar a ver qué nos dan por no responder lo cual se tradujo en sometimiento al “imperialismo Yanqui” y esperar “trato preferencial”.
Claro está el “plan” México que no tiene mayor alcance que el ya enunciado en alguna de las mañaneras y no será respuesta a la política trumpista sino una serie de acciones con el fin de avanzar en su soberanía alimentaria, económica y política incluso en temas de seguridad. Y claro, los programas sociales con que según la president(a) se va a salvar a México.
A contrapelo de Canadá y el mundo, incluyendo China, México pierde terreno tanto, que a pesar de la interrelación profunda que existe ya con los asiáticos, estos al verse amenazados plantean redirigir inversiones hacia Suramérica, especialmente Perú.
Resultado de esa “estrategia” de la primera mandataria mexicana frente a la avalancha de aranceles que impone Donald Trump, implica que los sectores productivos se mantengan a la expectativa y esto significa poca inversión y la relocalización de otras ya programadas. De todos modos, no se hizo nada para atraerlas y fueron ahuyentadas desde antes por las reformas a la ley y desaparición de organismos autónomos a pesar de todas las advertencias de empresarios nacionales y extranjeros.
Ahora dicen que con los 800 mil millones de pesos de los programas sociales van a salvar a México, declaración temeraria y mentirosa que cuadra con la demagogia desplegada por la incapacidad de la 4T.
Y es que, a pesar de los programas sociales, México ya cumplió con un segundo trimestre de retroceso; este último con saldo de 260 mil empleos perdidos que sumados a los de octubre-diciembre del año pasado nos pone en recesión técnica, hecho que, a pesar de la caída en las exportaciones y el consumo, se insiste en negar en palacio Nacional.
Da tristeza el panorama que se nos pinta y que conste, no todo será culpa de los aranceles de Donald Trump sino de las políticas de malgasto y corrupción del actual régimen, quien encontrará en la estrategia trumpista el mejor pretexto para justificar sus yerros y lo que ya es una amarga realidad en México.
Y todavía se atreven a presumir la destrucción del poder Judicial para trocarlo en una franquicia política más en favor de los actuales dueños del poder y que se manifiesta en una permanente violación incluso a las reformas que realizan los cuatroteros, como es la promoción de la elección de jueces, magistrados y ministros por parte de la titular del Ejecutivo o de las aspirantes morenistas a presidir la Suprema Corte de Justicia que están en abierta campaña con acarreos y gastos excesivos de manera permanente.
Nos muestran con ello lo que ya saben los inversionistas, que el poder Judicial estará al servicio de la 4T, cuyas bases agradecidas votarán por los candidatos que les proponga Morena y aliados. Eso ya está visto, lo mostraron cínicamente Loreta, Yasmin y Lenia.
Los hechos son muy claros: sumisión ante el poderoso, abuso del poder con los gobernados con una corrupción rampante donde todos son cómplices como debe ser en una organización criminal que se precie de serlo y donde la Ley son quienes están en el gobierno.
El país es lo de menos, total, con seis mil pesos al bimestre saldremos adelante (quienes los reciban) y a los demás, quienes sí trabajan, enfrentarán el desempleo, la miseria, corrupción y demagogia que son parte de la milagrosa cuarta transformación.
Porque hasta el momento la estrategia es ir a negociar con Estados Unidos, debido a las exportaciones de los productos mexicanos están un 80 por ciento cubiertas por las que van hacia el país vecino del norte. De estas el 20 por ciento del total es el sector automotriz. Esto implica que lo que suceda en ese mercado repercute rápidamente en México.
Ante la estulticia o incapacidad de nuestro gobierno, la única esperanza es que en Estados Unidos se ponga un freno a las políticas de Donald Trump a causa de los daños evidentes en su economía donde las pérdidas empresariales ya se cuentan en cientos de miles de millones de dólares, se cae la inversión, el consumo y la inflación aprieta mientras los nubarrones recesivos son evidentes.
Somos economías subsidiarias y paralelas donde la incertidumbre propicia menor producción y utilidad para los empresarios, pero también la posibilidad de desempleo de los trabajadores y menores impuestos que en el caso de México, compromete la aplicación de programas sociales e inversión pública.