Claudia Rodríguez
El nivel de la pobreza en México es tan grande, que tenemos un organismo desconcentrado, encargado de medir la pobreza y el avance o resultado de los programas asistencialistas del Gobierno federal y de las propias administraciones locales.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), es el órgano público con autonomía y capacidad técnica para generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México, que en teoría, permita mejorar la toma de decisiones en la materia.
Es así, que cada vez que se asoma uno a las cifras, estadísticas y sentencias del Coneval, el panorama no puede ser más desolador, sobre todo cuando sus conclusiones en general son: que poco se ha conseguido con las políticas públicas hasta ahora implementadas para paliar la pobreza, y por el contrario, la misma va en aumento, así como ahondándose el problema.
Las cifras actuales de este organismo desconcentrado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en la correlación directa de la canasta básica y la situación del salario, señalan que este mismo no lo garantiza.
El diagnóstico se va agravando cuando se coloca sobre la mesa, que hoy en día no garantiza un buen salario o una economía aliviada, el mayor grado de instrucción y si se es mujer, las cosas se complican aún más.
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Esta semana la revista Proceso en su artículo principal plantea la pregunta: ¿Y si vuelve a temblar?
Esta sentencia a manera de metáfora, la ponen en su prospectiva millones de familias, y si el caso es que literalmente volviera a temblar, a moverse la tierra, la situación sería aún más grave.
Vivir el día a día en cuanto a lo que se gasta y no, es una pesadilla y así sobreviven la gran mayoría de las familias mexicanas. Una enfermedad es como un cataclismo al presupuesto. Los productos no suntuarios, también se han vuelto prohibitivos.
La justicia social tampoco existe, más cuando casi el 44 por cineto de los jóvenes en México viven en la pobreza y sin oportunidad de empleo, mucho menos de educación.
La política en contra de la pobreza falló, quizá no porque no se tenga la fórmula, sino porque con migajas nadie prospera.
Acta Divina… La medición de pobreza utiliza dos líneas de ingreso: Línea de Bienestar Minimo-Línea de Pobreza Extrema por Ingresos, que equivale al valor de la canasta alimentaria por persona al mes; y la Línea de Bienestar-Línea de Pobreza por Ingresos, que equivale al valor total de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por persona al mes.
Para advertir… Total, que cada sexenio no sólo hay más pobres en México, sino que también se pierde poder adquisitivo.
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