Joel Hernández Santiago
O como se dice de forma coloquial: al Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) los senadores de Morena ‘se la están haciendo de jamón’ y se resisten a nombrar a los dos Comisionados que hacen falta para conseguir el quorum necesario en sus deliberaciones cotidianas.
Y esto es así porque, obedientes que son, de esta manera responden a la instrucción de Palacio Nacional.
Así que por el momento el Instituto que nos hace saber los quehaceres buenos o malos de la administración pública y gobierno y el que resguarda los datos personales de todos aquí, está prácticamente paralizado pues no puede sesionar, como parte de sus responsabilidades institucionales y en favor de la transparencia de gobierno a petición de los ciudadanos mexicanos.
Desde hace un año, en abril de 2022, el pleno del INAI se encuentra incompleto. Esto es así porque desde entonces, el Senado de la República estaba obligado a designar a dos nuevos comisionados para que el Instituto pueda operar con pleno completo; es decir, con los siete integrantes que por ley deben integrarlo.
El pasado primero de marzo, la Cámara alta concretó una designación, la de Ana Yadira Alarcón Márquez y la de Rafael Luna Alviso; sin embargo, 15 días después, el presidente de México hizo uso de sus facultades constitucionales y objetó los nombramientos “porque no se actuó bien –dijo- y apenas hace unos días él mismo dijo que se nombren o no estos Comisionados, el INAI no es útil a nadie, según su criterio, aunque millones de ciudadanos piensan lo contrario.
A saber, el INAI es el organismo constitucional autónomo que garantiza el cumplimiento de dos derechos fundamentales: el de acceso a la información pública y el de protección de datos personales.
Para el primero, garantiza que cualquier autoridad en el ámbito federal, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos, fondos públicos y sindicato; o cualquier persona física, moral que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad entregue la información pública que en ley solicite todo ciudadano mexicano.
Para el segundo, garantiza el uso adecuado de los datos personales, así como el ejercicio y tutela de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición que toda persona tiene con respecto a su información.
Pero nada: que al gobierno federal mexicano que presume ser todo transparencia y bien hacer, no quiere que se transparente la información que solicitan ciudadanos mexicanos.
No quiere dar a conocer cuáles son sus pasos y cómo aplica los recursos y las políticas públicas que impactan en la vida del país, de sus habitantes, de sus recursos y de la acción de gobierno.
Apenas el 14 de abril, el presidente se lanzó contra el INAI y afirmó que “no sirve para nada” y acusó que la dependencia sólo era utilizada como “fachada” en sexenios pasados para encubrir las “corruptelas” de los funcionarios públicos.
“Está el debate sobre que el Senado no nombra a los de la transparencia, pero digo, los nombre o no los nombre, ¿para qué sirven? No sirven para nada. Era una fachada para encubrir las corruptelas de los funcionarios” dijo.
Sin embargo del INAI ha sido una institución que desde el 25 de octubre de 2002 (Primero como IFAI y ahora como INAI) ha contribuido a que la transparencia de los actos de gobierno esté a la vista, al portador. Gracias a su información se han dado a conocer actos que dañan hondamente a la vida pública de los mexicanos. Se han conocido casos de corrupción que de otra manera hubieran permanecido ocultos y bajo la alfombra.
La democracia se construye en base a la verdad, a la información y a la transparencia de los actos públicos y de gobierno. Sólo así se consiguen sociedades maduras e inquisitivas. Y sólo así se consiguen ciudadanos conscientes de su responsabilidad democrática.
El INAI es indispensable para la rendición de cuentas en todo momento, porque sólo así contamos con una institución que favorece nuestros intereses nacionales y no se permite el sombrío ocultamiento de hechos de gobierno.
El INAI es una institución al servicio de la democracia y de la sociedad. Y es, una institución que se consiguió gracias al esfuerzo de muchos y la confianza de tantos por contar con este instrumento valioso para todos en México…
Pero como caso de excepción que confirma la regla, es el gobierno federal el que no quiere, no le conviene que se pongan en vitrina sus actos. Sobre todo si tiene interés particular en ocultarlos porque sabe que están fuera de orden o, incluso, que podrían estar fuera de la ley.
Pero nada: el INAI está en la mira de la 4-T y quieren desaparecerlo: estorba a este gobierno federal; le incomoda; es una piedra en el zapato y quieren deshacerse de él: ¿por qué?
¿Por qué quieren ocultar la información a la que todo ciudadano tenemos derecho? ¿Por qué inhabilitar a una institución que nos es tan cara y que nos otorga la certeza de que, a pesar de todo y por todo, habremos de conocer lo que se hace en nombre de nuestra decisión democrática.
¿Qué quieren ocultar? ¿Por qué? ¿A qué le tienen miedo?