CIUDAD DE MÉXICO, 5 de julio (Almomento Noticias).- La Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH) reportó que 1.5 de cada tres profesionales contratados no cuentan con el perfil deseable para las posiciones que demandan a recién egresados de universidades.
Así lo revelan los reportes de investigación realizados por AMEDIRH en sus 900 empresas afiliadas, en donde “con mayor frecuencia de la que esperamos, las empresas y organizaciones afiliadas refieren que los universitarios recién egresados no cuentan con un perfil completo acerca de lo que se requiere para el desempeño de infinidad de posiciones profesionales”, expresó Pedro Borda Hartmann, Director General de AMEDIRH.
Al respecto, AMEDIRH ha realizado diferentes foros donde expertos en economía, empleabilidad y educación han explorado qué se puede hacer. “Coincidimos en que las empresas tenemos que participar con mayor presencia en los procesos que las instituciones educativas de nivel superior llevan a cabo para mantener actualizados sus planes y programas de estudios”, señala Pedro Borda.
Por un lado, expresó Borda Hartmann, hay que tomar en cuenta que existen procedimientos y tiempos específicos establecidos por la autoridad educativa para revisar y aprobar los planes y programas de estudios universitarios, así como sus actualizaciones. Por otro lado, en la mayoría de los sectores económicos e industriales, las innovaciones están a la orden del día, generando mayores demandas de conocimiento, habilidades y competencias”.
De acuerdo con el directivo, el fenómeno de la rápida obsolescencia tecnológica y conceptual está causando gran impacto en todos los ámbitos empresariales. “Las afectaciones inciden tanto en reclutamiento y atracción, como en capacitación. Esto debido a que la renovación de tecnologías y metodologías no rebasa un año en algunas ocasiones. Eso nos obliga a todos a estar siempre actualizados”.
Ante estos ciclos de cambio tan veloces en las empresas, las universidades no pueden responder a la velocidad que se requiere. “Hemos conversado con algunos de los rectores de las universidades públicas y privadas más prestigiadas del país y nos indican que estas actualizaciones se tienen que llevar a cabo en un nivel diferente al de la revisión curricular”, explica Pedro Borda.
“Más bien, se trata de procesos de la práctica docente, donde el académico tiene la oportunidad de facilitar el aprendizaje de los jóvenes universitarios con prácticas en el campo laboral. Para ello, se requiere de otro tipo de vinculación con las instituciones de educación superior, a través de programas especiales donde la práctica profesional inicie cada vez más temprano. Así lo hacen los alemanes con el Modelo de Formación Dual”.
Se requiere reunir varios elementos. Uno de ellos que es fundamental es la vinculación entre empresas, universidades y estudiantes. En segundo término, la identificación de centros de trabajo idóneos para que los alumnos adquieran formación con base en la realidad profesional competitiva.
“Asimismo, es indispensable elaborar estándares que representen lo que la empresa necesita del estudiante y lo que este tendría que aprender, estableciendo un contrato con una duración mínima de dos años, con mecanismos para la evaluación que sean pertinentes y la certificación gestionada a través de organismos cúpula como lo es AMEDIRH y otras cámaras industriales, de servicios o del comercio”.
México cuenta con diversidad de talento humano para generar mejores condiciones económicas y de calidad de vida. Para lograrlo con efectividad, se requiere unir esfuerzos conjuntos entre las instituciones de educación superior y los centros de trabajo. Hay un reto grande, profundo y alrededor del cual todavía hay mucho por hacer; por fortuna, tanto el sector educativo como empresarial buscan soluciones.
AMN.MX/fm
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