Por Alejandra Del Río
En medio de la creciente violencia política que envuelve las elecciones municipales en Veracruz, y del reciente asesinato de Yesenia Lara Gutiérrez, candidata de Morena a la alcaldía de Texistepec, que sacudio profundamente al estado y al país, acto perpetrado durante un evento de campaña y transmitido en vivo por redes sociales, donde además de la candidata murieron 3 personas, entre ellas su hija, muertes que se suman al asesinato del candidato también de Morena en el municipio de Coxqui y a una serie de actos violentos que han marcado el proceso electoral en Veracruz.
En este preocupante contexto, el día de hoy El Presidente Nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, condenó los ataques contra las instalaciones y el personal del PRI estatal, ocurridos esta mañana en su Comite Directivo Estatal, donde vandalizaron el edificio, incediaron autos y se agredió a los Priistas presentes, exacerbado las tensiones políticas.
Aunque los detalles del incidente aún están siendo investigados, este tipo de acciones contribuyen a un ambiente de confrontación y desconfianza entre los partidos políticos, dificultando la posibilidad de un proceso electoral pacífico y justo.
El descontento general en un estado donde se arenga desde la dirigencia del congreso local contra el PRI que liderea Moreno Cárdenas y aún conserva su influencia en Veracruz, donde los mismos Morenistas no acaban de aceptar la participación de los 2 antes super poderosos Yunes, que manejaron a su antojo por años al Panismo estatal y hoy cabalgan sin ser ni de aqui ni de allá pero entre las huestes de Morena, siendo enemigos acerrimos de la actual gobernadora,Rocío Nahle, ¿Qué se puede esperar?, todo pinta a que hay demasiada furia descontrolada y a que, o los políticos toman conciencia de la peligrosa situación que enfrentan o seguiran ocurriendo tragedias.
La violencia política en Veracruz es un reflejo de problemas estructurales más profundos, incluyendo la infiltración del crimen organizado en la política local, la impunidad y la falta de mecanismos efectivos de protección para los candidatos. Es imperativo que las autoridades federales y estatales tomen medidas concretas y coordinadas para garantizar la seguridad de todos los participantes en el proceso electoral y para restaurar la confianza en las instituciones democráticas.
Esta violencia en Veracruz no es un fenómeno nuevo. En las elecciones estatales de 2017 y 2021, se registraron múltiples incidentes de agresiones, asesinatos y amenazas contra candidatos y funcionarios electorales . Estos patrones de violencia han socavado la confianza en las instituciones democráticas y han creado un clima de miedo entre los ciudadanos y los aspirantes a cargos públicos.
La ciudadanía veracruzana merece elecciones libres de violencia, donde las ideas y propuestas prevalezcan sobre el miedo y la intimidación. Es responsabilidad de todos los actores políticos y sociales trabajar juntos para lograr este objetivo y asegurar un futuro democrático y pacífico para Veracruz.