Joel Hernández Santiago
Resulta que el super canciller mexicano, Luis Videgaray, con atribuciones de negociador para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, no termina por aprender lo qué es eso de Política Exterior de México, como tampoco por entender los intereses nacionales, para salir bien librados en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte…
Lo dijo muy claro el 4 de enero de 2017 cuando asumió el cargo de rehabilitación que le otorgó el presidente Enrique Peña Nieto: “Yo no conozco la Secretaría de Relaciones Exteriores, no soy un diplomático”, dijo en su primer discurso como nuevo canciller de México, frente a funcionarios de la dependencia y periodistas: “Se los digo de corazón y con humildad: vengo a aprender de ustedes”.
Esto después de que en agosto de 2016, como Secretario de Hacienda, había cometido el enorme error de traer a México al entonces candidato Donald J. Trump, en momentos en los que el empresario quería ser presidente de Estados Unidos de América, y cuando despotricaba, insultaba, amenazaba, ofendía y denigraba a México y a los mexicanos, allá y acá.
Digamos que ese es uno de los descalabros a los que nos ha expuesto el muy cercano funcionario del gobierno mexicano y quien se ostentarse como muy cercano al yerno de Trump, Jared Kushner, quien apenas acaba de salir del ostracismo al que lo sometió la ley de EUA, por metiche en asuntos electorales y de gobierno allá.
Y esa amistad de la que tanto hace gala Videgaray le ha hecho más daño al país que beneficio. Tan es así que recientemente se hizo público en The Wall Street Journal que el canciller mexicano pasa por encima de las negociaciones que lleva a cabo el Secretario de Economía Ildefonso Guajardo, y en el caso de EUA prefiere acordar con su amigo Kushner y no con el jefe negociador de ese país, Robert Lighthizer, que es con quien trata Guajardo en la negociación con los estadounidenses.
Este trascendido al periódico neoyorkino tiene jiribilla. Lo filtró la Casa Blanca para ‘demostrar’ la ‘imposibilidad de negociar con México’. Según esto, un ‘funcionario estadounidense’ les dijo que “Es sumamente difícil llegar a un acuerdo con México porque parece haber una división importante entre quienes quieren alcanzar un acuerdo y quien no” … “Una y otra vez los funcionarios mexicanos han dicho que están interesados en un acuerdo, y entonces retroceden”.
Luis Videgaray urge que se firme ya, sin importar si conviene o no a México y a los mexicanos. Urge e impulsa su firma pronto. Antes de que termine el gobierno de Enrique Peña Nieto. ¿Con quién quiere quedar bien ¿con Peña Nieto o con Kushner?
Ildefonso Guajardo pugna por garantizar un TLCAN que si bien no beneficiará a México, por lo menos que no lo perjudique, ni a su economía, ni a las empresas involucradas como tampoco al trabajo. Y si no se puede consolidar esta renegociación antes del 1 de diciembre de este año, que así sea, ha dicho Guajardo, pero importa salir bien de este Acuerdo.
Queda claro, entonces, quién “si quiere negociar” y “quien no quiere negociar” según la Casa Blanca.
Donald J. Trump amenaza, señala, apunta con el dedo a México y un día dice que “somos unos chicos buenos” y otro dice que “somos unos malcriados”, esto en su locura interminable. Lo más reciente es que ordenó el miércoles que se investigue sobre las importaciones de coches con la intención de aplicar un arancel de hasta el 25% si determina que ponen en riesgo la economía estadounidense. Usa una táctica negociadora igual a la que sigue para limitar la entrada de acero y aluminio a su país.
En tanto, Videgaray ha sido consecuente con la política exterior de Estados Unidos y como Canciller ha dado señales de seguir paso a paso las decisiones de Donald J. Trump en asuntos que a México ni le van ni le vienen en tanto impacto económico, seguridad nacional o relación mundial. Lo último, por ejemplo, es la posición del Canciller respecto de las recientes elecciones en Venezuela, al negarse enfáticamente a reconocer los resultados y llamar a la embajadora venezolana en México para informarle de esta decisión…
Lo de Venezuela es un problema complejo, pero de eso a que Videgaray siga su propia agenda y no la de los mexicanos es completamente diferente.
Y así la situación con un personaje que se coló a la gran política nacional y que ahora vemos, también, que no sólo ha dañado al país antes y ahora con su urgencia por firmar el TLCAN a como dé lugar y como sea…
También ha dañado a su propio jefe al impulsar la candidatura de su gran amigo José Antonio Meade, con los resultados que ya se ven para Peña Nieto, para el PRI y para Meade. Videgaray, a fin de cuentas, terminará por irse del país luego del 1 de diciembre de este año, como se verá y ‘se lavará las manos’.
Así pues: el mejor aliado de Estados Unidos en México es Videgaray. ¿Videgaray es aliado de México?
jhsantiago@prodigy.net.mx