En la década de 1950 en la Facultad de economía de la universidad de Chicago, Milton Friedman economista y profesor de origen judío creía en un laissez-faire (liberalismo económico) más radical, sostenía que era necesario regresar a un estado de salud natural o equilibrio del bienestar, librando de interferencias humanas al mercado vulnerado por tales “patrones de distorsión”. Es decir eliminar cualquier interferencia del hombre como regulaciones de gobierno para retornar a un capitalismo puro.
Se establecía de esté modo un dogma en el cual el autentico mercado, el del capitalismo puro, debía regirse por las fuerzas económicas de la oferta, demanda, inflación y empleo. Fuerzas económicas que deberían coexistir en armonioso balance por si mismas.
La inflación, establecía el dogma, aumentaba sólo si circulaba demasiado dinero en el sistema antes de permitir su equilibrio mediante las leyes de oferta y demanda, algo similar sucedía con el empleo, finalmente y mediante una liberación total del capital de cualquier obstáculo externo era posible encontrar un balance social de bienestar económico. OFERTA+DEMANDA=EMPLEOS= 0 INFLACIÓN.
La premisa de toda la teoría de Milton Friedman es que el libre mercado es un sistema matemático y por ende perfecto, en el cual los individuos en seguimiento de sus propios intereses automáticamente generan beneficio para todos y de no ser así la razón debe buscarse en algún obstáculo extraño en el sistema (a decir el error humano).
La gran depresión irónicamente y en mucho fue producto de la reticencia de muchos países a permitir un liberalismo económico entre ellos, por eso USA gravaba exportaciones e importaciones y exigía pago en oro o especias.
Los estados Unidos de Norteamérica iniciaban así el boom de la Bolsa de valores, cualquier estadounidense podía invertir en valores sin mayor esfuerzo y recibir en poco tiempo asombrosos dividendos, dando comienzo a la era de la especulación, entretanto cada quien “jugaba” en la bolsa con dinero propio, existían relativas perdidas, pero cuando un individuo invertía grandes cantidades de dinero prestado, la situación cambiaba dramáticamente, sobre todo cuando esa práctica se hizo generalizada, grandes fortunas jugándose en la bolsa de valores dieron lugar a la especulación:
“Una acción de cien dólares nominales podía obtenerse solo por diez, mientras el resto, llamado “excedente” -o sea, noventa dólares-, se pagaba a crédito. Si la acción seguía subiendo, todo iba perfectamente: un alza del 10 %, esto es, que pasara de 100 a 110 dólares proporcionaba al accionista un beneficio neto del 100 % sobre los 10 dólares que en realidad había desembolsado. En cambio, si la acción bajaba en un 5 o en un 10 %, el corredor bursátil exigía nuevo pago al contado, y si el cliente no podía hacer frente al mismo, se veía obligado a vender con pérdidas, con el fin de cubrirse él y cubrir a otros acreedores eventuales. Entre los pequeños especuladores -decenas de millares de ciudadanos- eran muy pocos los que poseían reservas de liquidez apreciable.”
Con está fórmula se genera el llamado “martes negro”, 29 de Octubre de 1929, la caída de la bolsa de valores en USA y el inicio de crisis de 1929. De tan terrible suceso surge el llamado keynesianismo, teoría propuesta desde 1936, funcional en muchas economías, John Maynard Keynes proponía así la base de su teoría en el estimulo de la economía en épocas de crisis.
Keynes entendía que era posible pedir a las empresas que pagasen sueldos decentes y exigir respeto y derecho a sindicatos, además permitir a los gobiernos arbitrio sobre la distribución de la riqueza mediante impuestos y subvenciones, enseñanza y sanidad públicas, incluso manejo de recursos nacionales (minería, petróleo, etc) en manos del estado, todo con el fin de evitar las desigualdades obvias de un estado corporativista. Por ello la combinación de una economía regulada y cooperativa después de la gran depresión era más que necesaria.
Milton Friedman estaba convencido de una equivocación en la teoría de John Maynard Keynes, padre intelectual del New Deal y el moderno Estado de Bienestar. Ya para 1929 el laissez-faire (liberalismo económico) había fracasado teniéndose que intervenir para poner en orden la economía estadounidense (debido a los patrones de distorsión) ajustando y fijando marcos de regulación empresarial.
Es el mismo Milton Friedman quien con su teoría de liberalismo económico intenta regresar a los años de la postguerra (primera guerra mundial), su alto perfil como economista le abre puertas a las oligarquías económicas del país, por ello recibe el premio Nobel en 1976. Su siniestra inteligencia no pasa desapercibida por el gobierno y las cúpulas empresariales de esos años, llegando a ser una pieza clave del auge financiero imperialista. Convenientemente enfatizó un muy particular y sesgado concepto de libertad individual así como su preservación y extensión para gloría del capitalismo.
En resumen el mayor defecto del liberalismo económico es la ambición y la concentración económica en unos pocos por lo cual es importante la regulación del mercado, el neoliberalismo que esta basado en el liberalismo económico de Friedman y que se define como un sistema matemático perfecto adolece de uno de los componentes ausentes en su formulación, el componente humano, su cultura y costumbres a sí como la idiosincracia de cada zona y comunidad.
Muy parecido el neoliberalismo a un dogma religioso que basado e otros dogmas se posesiona de las vidas y termina manipulándolas y discriminándolas ante el manejo discrecional de una elite u oligarquía que termina olvidando el factor humano.
-Victor Roccas