¿En cuánto tasaría usted la moral del gobernador poblano Rafael Moreno Valle? Para él, seguro, debe valer millones de pesos o de dólares, quizá hasta de precarios euros. Para 19 de sus críticos, empero, ahora mismo debe sumar cacahuates.
El valor de la moral de un político –muy en especial de quien cambia de chaqueta partidista al fragor de las tormentas políticas, de quien busca “madrinazgos” y es movida a actuar por personalísimas revanchas o “vengancitas” políticas– está ahora por los suelos. Y nada deberían pagar, entonces, los 19 colegas a quienes el bien peinado Moreno Valle ha empezado a demandar dizque por daño moral, lo que implicaría que, en caso de ser condenados, incrementaran en varios miles de pesos la fortuna de este junior.
Y vaya que pueden ser condenados los colegas. El amasiato o maridaje de los poderes estatales es más que conocido. Legislativo y judicial, en prácticamente todas las entidades de la República, son sumisos brazos ejecutores del mandatario estatal en turno.
El daño moral, de acuerdo a nuestra peculiar legislación, es aquella lesión que puede sufrir una persona “en sus derechos de la personalidad, tales como sus sentimientos, afecciones, creencias, decoro, honor, reputación, secreto de su vida privada e integridad física, o bien en la consideración de sí misma”. Ambigüedad pura. Al estilo de los políticos y legisladores mexicanos, como debe ser.
Así que, si los epítetos “bien peinado” y “junior” que he colocado al lado del mandatario poblano lo hacen sentir como que está a punto de traumatizarse, ya me puedo considerar demandado.
Y #Yosoy20 sería entonces el trend topic twittero al que gustosamente me sumaría, pues de suyo toda la prensa de Puebla tiene un representante amenazado de ser demandado:
Adrián Ruiz (El Heraldo de Puebla). Selene Ríos Andraca (Central). Salvador Ríos (El Sol de Puebla). Fabián Gómez (Contraparte Informativa). Enrique Núñez Quiroz (Intolerancia Diario) 7. Iván Tirzo (El Sol de Puebla). Alejandro Mondragón Quintero (Status).Valentín Varillas (Status). Rodolfo Ruiz Rodríguez (e-consulta). Fernando Pérez Corona (e-consulta). Ricardo Morales (Intolerancia Diario). Jorge Castillo (Intolerancia Diario). Cirilo Calderón (El Sol de Puebla). Carlos Macías Palma (El Popular). Eduardo Rivera Santamarina (UnoMásUno). Fermín Alejandro García (La Jornada de Oriente). Fernando Maldonado (Periódico Digital). Arturo Rueda (Cambio), y mi amigo Álvaro Delgado (Proceso).
¿Cuánto vale la moral de Moreno Valle a quien prácticamente toda la prensa poblana –y poner de acuerdo a los periodistas no es cosa fácil– llama “rata”?
#YoSoy20 @RafaGoberndor, ¿@ChafaGobernador?
UN CASO VERDE
Al finalizar la década de los 90’s, este escribidor fue demandado por el ya nada más llamado Niño Verde, invariablemente envuelto en escándalos sexuales y de corrupción. De él había escrito y descrito en este espacio sus correrías en escuelas de jovencitas a las que halagaba, cortejaba, acosaba.
Me demandó por daño moral, en juzgados civiles y penales, según sus allegados para demostrarle a su papi que tal ya no era cierto, que ya se había curado, que ya no buscaba a menores de edad para su disfrute.
Gané las dos primeras instancias. No así el amparo ante la Corte que, por ser el Verde en ese momento aliado del candidato presidencial panista que había llegado a Los Pinos en el 2000 –otra vez, la sumisión del Judicial al Ejecutivo– nada extrañamente me condenó.
Con el gran abogado Jorge Nader Kuri, dimos la pelea ante otros juzgados ahora en aras de tasar la valía del ya cuarentón Niño.
Y sí. Perdí. Tuve que “pagarle” cero pesos, cero centavos.
La valía del Niño Verde, de acuerdo a los juzgados.
Índice Flamígero: Apenas el lunes exhumaron los restos de los progenitores de El Lazca, que dizque para comparar el ADN y bla, bla, bla. Para el martes por la mañana las agencias estadounidenses ya habían confirmado que, sí, que el ADN es el mismo. Que El Lazca ya pasó a mejor vida. ¿Con esto termina el culebrón telenovelero? ¿Habrá nuevos capítulos? ¿Qué nos depara “el gobierno del señor Presidente”, de acuerdo a los anuncios? + + + ¿Y en los siguientes 37 días –los que faltan para que concluya el sexenio–, ¿cuántas veces más estará Enrique Peña, en calidad de visitante, en Los Pinos?
