“Informar desde el poder es
manipular”: Jorge Saldaña
• Fortaleza democrática
• POR ESTO!, puntal de la libertad de expresión
• Ejemplo de ejercicio del periodismo responsable
• Medios escudan intereses económicos y políticos
• Saqueo total a México desde las esferas de poder
• Rezago educativo estanca desarrollo tecnológico
Ciudad de México, 18 de marzo de 2016.- Motivo de fiesta es refrendar un compromiso adquirido hace tres décadas y revalidado día a día en las páginas del POR ESTO!, bajo la experta y sensible mano de Don Mario Renato Meléndez. En la blanca Mérida, el Diario de la Dignidad festeja su 25 Aniversario, con la realización del II Seminario Internacional de Periodistas, del 17 al 19 de marzo, en el Teatro José Peón Contreras, donde se congregan hombres y mujeres cuya capacidad, conocimiento y cultura, pero sobre todo valentía, hacen posible asumir plenamente la responsabilidad del ejercicio de la libertad de expresión en la Península de Yucatán, y consolidar un rotativo en territorio mexicano convertido en una verdadera fortaleza ante el embate desde los oscuros pasillos del poder y la delincuencia común, así como la organizada y de “cuello blanco”. Allí tuvimos una experiencia más al participar con una ponencia cuya pretensión ha sido desnudar al periodismo actual. Se dijo:
Para nadie son un secreto los tiempos difíciles por los cuales atraviesa el país. Como tampoco lo es la gran importancia adquirida por los medios de comunicación ante los hechos registrados diariamente. Sin embargo y antes de poder lanzar críticas hacia el exterior, bueno será tenerlas desde dentro, desde la propia prensa, radio y televisión. Es en la autocrítica en donde se reencuentran los valores, resurgen los más valiosos sentimientos, se da la refundación de los principios.
Se han tejido grandes mentiras propiciadas desde dentro de los medios, de los informadores, de sus editores y directores. Sabido y comprobado está lo lejos que se encuentran la gran mayoría de medios de comunicación de ser dirigidos por auténticos periodistas. Son inversionistas, empresarios los máximos dirigentes, lo cual trae consigo el manejo de información al servicio de sus intereses y de los de las autoridades convenientes, alejando la misión primaria, informar y formar criterios, hacer denuncias, presentar pruebas de los actos de corrupción y de impunidad en los cuales se ha hundido a nuestro país.
Dentro de este contexto también aparecen las célebres encuestas, las que dan prioridad a quienes les pagan. Algunos medios se dan a esta tarea manipulando porcentajes, haciendo aparecer como aceptables gestiones gubernamentales alejadas totalmente de la realidad. Al realizarse una cadena de aceptación se crean percepciones no respaldadas por los ciudadanos quienes una y otra vez se cuestionan ¿quiénes fueron interrogados? Sin embargo, es visible la impasividad, las aceptaciones por las medidas tomadas en perjuicio de lo más sensible en las familias en el presente: la economía.
Apoyados medios de comunicación en las empresas encuestadoras, las cuales en su mayoría también forman parte de sus consorcios, dicen manejar el criterio de las masas desde las pantallas y los radios. Exponerlo de esa manera -o como se señalaba en el pasado “entretenimiento para los jodidos”- es toda una ofensa para los mexicanos de todas las clases sociales, porque habremos de señalar a los millones de pobres, de miserables que intentan sobrevivir en nuestros días, dañados por las malas o pésimas políticas públicas, aplicadas por quienes poco o nada saben del pueblo al que dicen gobernar.
Hemos sido testigos, desde la visión de esta profesión, como se han venido desdibujando las políticas de protección a los trabajadores producto de las luchas de muchos años, al tiempo de comprobar el enriquecimiento de los líderes sindicales, su entrega a los dictados gubernamentales cancelando sus prestaciones básicas, llevándolos a auto garantizar su vejez, como si a lo largo de su vida laboral no hubiesen pagado los suficientes impuestos para exigir la parte proporcional tanto del patrón como del propio gobierno al mantener, por lo menos, los servicios de salud de manera gratuita. En otra acción incomprensible y ante el silencio y la aceptación de quienes representan a la clase trabajadora, se realizan quitas llamadas comisiones a los Fondos para el Retiro y un porcentaje de ellos pasa a inversiones de alto riesgo disminuyendo, lejos de aumentar, tales ahorros. Hoy se sabe, además, de su disponibilidad para ser utilizados en fideicomisos o inversiones gubernamentales sin contar con ningún respaldo en caso de quiebras o disminuciones accionarias en esos movimientos internacionales en los cuales se apoyan grandes saqueos.
SAQUEAN A MÉXICO
Igual ha sucedido con el patrimonio nacional, con las reformas llevadas a la práctica desmantelando a la empresa paraestatal más importante del país: PEMEX, Petróleos Mexicanos, misma que logró los avances registrados en infraestructura y el mantenimiento de la burocracia durante décadas. Empresa ésta en la cual apoyaron todos los presupuestos, sobrecargada en la parte impositiva hasta paralizarla y llevar a solamente la venta de materia prima, sin avances, sin petroquímica, sin transformación del crudo. A través de varios gobiernos se actuó de la misma manera, con igual comportamiento guardado por los herederos de grandes fortunas, vendiendo sin producir, gastando a manos llenas sin medir consecuencias y sin buscar la reproducción efectiva de lo heredado. Así quedamos atrapados. Así surgió la aplicación de lo dicho por el entonces líder petrolero, José Sosa, a nombre de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, a Miguel de la Madrid: “se hunde Pemex, se hunde usted, se hunde México”. Justo en ese momento nos encontramos y los millones de mexicanos hundidos en la miseria hacen realidad tal fatal frase dictada hace más de 25 años.
Sin duda esta paralización popular es producto de una educación fallida, de la falta de un proyecto educativo transexenal, de la ausencia de formación de ciudadanos en renglones básicos como lo son el civismo y la democracia. No sólo han egresado de las universidades -que como la UNAM mantenían un prestigio internacional- profesionistas sin los conocimientos suficientes para ingresar al mercado laboral mundial, sino existe un desempleo que los lleva a traer bajo el brazo un título inservible para su superación personal tanto en lo profesional como en lo económico. Quienes pertenecemos a otras generaciones supimos de la validez de recibir el reconocimiento de una carrera terminada, su significado dentro, incluso, de la escala social. En nuestros días sólo unos cuantos pueden formar parte de los directorios de las empresas importantes y son quienes tuvieron la oportunidad de obtener, en el extranjero, pensamientos de explotación similares a los de sus contratantes. Algunos respaldados en una economía familiar boyante, otros haciendo uso de las becas destinadas sólo para descendientes de funcionarios de alto rango. Ante la incapacidad gubernamental para construir un proyecto educativo efectivo, la culpabilidad recayó en los maestros quienes, curiosamente, fueron preparados con programas establecidos por ese mismo gobierno.
POR ESTO!, PILAR DEMOCRÁTICO
Permanentemente, a través solamente de algunos valientes medios de comunicación como los diarios POR ESTO!, se informa de la ignorancia existente en muchos de los funcionarios actuales. Esta queda perfectamente plasmada en la desaparición de las normales rurales como la del Mixe o la de Ayotzinapa o las otras 17 también canceladas. Poco o nada estuvieron enterados de la misión de su creación. Combatir el analfabetismo no era una tarea fácil. La inmensa mayoría de nuestros campesinos no sabían leer ni escribir. Abrirlas resultó una ventana al conocimiento para los adultos, pero también la formación de jóvenes a quienes despertaron el deseo de aprender, el del conocimiento. Hubo también la enseñanza de mejores prácticas para el cultivo y el reconocimiento a los jóvenes convertidos en maestros era entregarles una muy bien ganada y útil plaza, otorgándoles además el orgullo de ser personajes importantes en los pueblos, en las comunidades en donde el respeto hacia su persona surgía de todos los ámbitos.
Se han escrito cientos de páginas criticando la imposición de un sistema fiscal provocador del cierre de cientos de micro y pequeñas empresas y comercios. Desconocedores como son de la realidad existente ni siquiera se percataron de la importancia de las tiendas pequeñas, de las papelerías, de las tlapalerías, de las renovadoras de llantas, de los talleres mecánicos, de las reparadoras de calzado, de las talabarterías, de las loncherías, cafeterías, de las curtidurías, de todos esos puntos generadores de empleo, sobre los cuales descansaba el ingreso diario de cientos, miles de familias mexicanas. Les impusieron el registro de sus ingresos como si estos fueran millonarios o comparables con los obtenidos por las grandes cadenas comerciales, por los consorcios, por los gigantes en rubros desde los cuales se fomenta la peor alimentación como son la chatarra y refrescos, los cuales cuentan con grandes protecciones fiscales. Se impuso el uso de computadoras a los referidos, de contratación de contadores, al pago de impuestos sobre ingresos cuando se pagaba una cuota mensual fija, en tanto se condonaban miles de millones a los empresarios de siempre y los bancos, prácticamente en su totalidad extranjeros, dan cuenta de utilidades no obtenidas en sus países de origen. Así es la medición de esas micro y macro economías mexicanas cuya distancia es ya astral.
No sin temor, se registra cada día el número de muertos, de desaparecidos, de víctimas de secuestro, de los tratantes de blancas, de todo tipo de mafias reproducidas en el país en la misma medida en la que se ve crecer la miseria y la pobreza. Se hacen las críticas necesarias, suficientes, sobre lo absurdo de una “guerra” contra el narcotráfico sembradora de miles y miles de cadáveres a todo lo largo y ancho del territorio nacional en tanto, allende las fronteras, se hacen los grandes negocios, se multiplican las fortunas, utilizan ese dinero sucio. Fosas, cadáveres, denuncias sobre desaparecidos suman más en nuestro país que en otras naciones en donde éstos son producto de guerras civiles o contra otros gobiernos. No sobra señalar en el presente la gran interrogante sobre los asesinatos a periodistas: ¿son producto del ejercicio de su profesión ligado a denuncias contra estas mafias o contra la otra delincuencia organizada, la gubernamental, la de cuello blanco? ¿O se trata de complicidades al descubierto?
PERIODISMO RESPONSABLE
En nuestros días más que ejercer un oficio, una profesión, el periodismo es una responsabilidad social, la más fuerte, la única capaz de lograr, si se ejerce con verdad, un cambio en el pensamiento de la sociedad, en sus conductas, en recobrar valores y valentía para enfrentar a quienes abusan del poder y se enriquecen a costa de los patrimonios de los mexicanos, de aquellos que no dudan en poner nombre a las tropelías hasta convertirlas en simples “conflictos de interés”. Se debe asumir esta responsabilidad con seriedad y conciencia del peligro que ello representa de manera personal y familiar. El registro de periodistas desaparecidos en el ejercicio de su trabajo es muy alto, provocando gire hacia nuestro país la mirada de organizaciones internacionales alarmadas por la frecuencia de asesinatos.
Como mencionamos anteriormente, es insuperable la validez de la autocrítica y en ella habremos de señalar otra de las grandes farsas mediáticas representadas por los llamados “diarios nacionales”, cuando lo cierto es que su circulación importante se da solamente en la Ciudad de México, provocando impactos visualizados desde el interior del país de manera exagerada. A las entidades y en particular a las zonas urbanas o a las ciudades con un mayor número de habitantes, solamente llegan cuando mucho 10 o 20 ejemplares, número mucho menor al diario más modesto editado en el lugar.
En esas páginas no figura el diario acontecer de ninguna entidad, de sus pueblos, de sus comunidades. Su intento “nacional” se ve plasmado en una o si acaso dos páginas dedicadas a las 31 entidades existentes. Las críticas y señalamientos nada tienen de oportuno o de informativo. Lo revelador de lo hecho en estos lugares tiene el signo de pesos, es información pagada o de lo contrario no se publica. Lo mismo sucede con la televisión y el radio. Es en las localidades donde puede darse de manera oportuna la información sobre el diario acontecer en uno o varios o todos los sentidos. Sin embargo, es para las autoridades muchísimo más importante lo dicho en esos medios “nacionales” bajo la creencia de ser los únicos leídos por los hombres de y con poder central.
El periodismo, salvo sus muy honrosas excepciones como las registradas por los diarios POR ESTO!, cuyo aniversario celebramos con gran júbilo ante todo lo que representa para quienes en él colaboramos, está enmarcado por la libertad para exponer denuncias y opiniones críticas. Es el medio con el que cuenta nuestra sociedad para hacerse escuchar, para dejar plasmadas sus demandas, para señalar las fallas gubernamentales, los abusos, la corrupción de que son víctimas. En algunos sectores se tilda de mal gusto el presentar imágenes de cuerpos agredidos, sin embargo es innegable que es esa nuestra realidad, el grado de inseguridad al que estamos expuestos y, es también, el reflejo extremo de la insensibilidad de los mafiosos y asesinos del presente.
Y en ello encontramos la inexistencia de la división de la noticia. La llamada nota roja, está directamente vinculada con la política y ésta con el mundo del espectáculo y ambas van a dar al renglón de las mafias. En el deporte también se encuentra el ejercicio gubernamental y dentro de esas mismas notas aparece lo económico y hasta lo tramposo. No hay división en el presente, se conjugan unas con otras. Ni siquiera la frialdad numérica se salva de aparecer ligada con la delincuencia y no sólo por la aparición de El Chapo en Forbes, por ejemplo, sino por esas condonaciones a los grandes consorcios empresariales hechas por Hacienda, incomprensibles en momentos de gran crisis económica, de recortes presupuestales en áreas tan importantes como las de la salud, educación, vivienda.
REZAGO EDUCATIVO
El carecer de una educación de excelencia también ha provocado la mala utilización de las redes sociales, de un instrumento sin lugar a dudas insustituible si se trata de lograr una comunicación entre iguales, entre el pueblo. Muy lejos se encuentran estas redes de ser una variante de comunicación generadora de mayor cultura e información. Sus líneas se han convertido en la forma anónima de agredir, de calificar, de denostarse entre ciudadanos. Tal parece que se ignora la importancia que tiene para el gobierno su utilización al convertirse en una válvula de escape incapaz de provocar reacciones propias de masas inconformes. En el colmo, provocan retrasos al extremo de lograr pésima ortografía e inutilidad para la expresión verbal de los jóvenes y hasta de los adultos.
Según los reportes elaborados por los diarios que cuentan con las llamadas páginas digitales, la penetración de éstas no ha logrado sustituir a la prensa escrita. Y es que la historia de la humanidad siempre ha buscado el registro permanente y éste no se encuentra en las ondas del Internet o en los satélites. Está en el papel, en la tinta, en las rotativas, en la comunicación real entre humanos, la que va de la mano y permanece. Estas nuevas formas en las que se pretende hacer periodismo son utilizadas por firmas no conocidas. Se abren páginas al vapor dizque para informar cuando su objetivo vuelve a ser la manipulación y el comercio.
No se trata de modernizaciones que conllevan a una falta de comunicación real. No puede sustituirse la investigación por los datos de los blogueros ni buscarse el elemento humano a través de las computadoras. El periodismo es mucho más que eso. Es el vínculo que nos une como sociedad, el registro de nuestras demandas, el encuentro entre gobernantes y gobernados. Aprovechar los avances tecnológicos no significa sustituir ninguno de los renglones de esta bendita profesión.
Porque en una mal entendida modernización se han quedado atrás una gama de formas periodísticas, las notas de color, la narrativa, los artículos de fondo, los editoriales, el reportaje, la investigación, la foto oportuna, las caricaturas, los suplementos culturales, la información sin adjetivos, la diversión en las notas de la farándula, los seguimientos puntuales a la nota roja, las columnas políticas, las policiacas, las de espectáculos, las recetas de cocina, los consejos para vivir y comer mejor, la selección internacional con la suficiente información para ubicar a nuestro país en el contexto mundial, en el lugar ocupado sin necesidad de ser calificados desde otros lares; los horóscopos, los crucigramas, las secciones infantiles.
Abrir un periódico era adentrarse a todo un mundo en el que las letras marcaban la pauta y abrían nuevos horizontes. Difícilmente encontramos un diario así entre los llamados “nacionales”. Están solamente en algunas entidades y zonas privilegiadas como sucede en esta península con el Diario de la Dignidad. Y son éstos, los circulantes en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, los que no requieren de suscriptores, sus lectores van, los buscan en los expendios de diarios, en las tiendas, en las cadenas comerciales, en los sitios visitados por el mayor número de ciudadanos.
Se conocen a nivel mundial por su seriedad y veracidad informativa. Se introducen de manera discreta en el nuevo mundo de la tecnología sabedores del papel desempeñado, de la obligación contraída, de su importancia en la toma de decisiones de los gobiernos a los cuales les gusta ser escuchados y obedecidos, pero que también escuchan y están atentos a las voces de sus pueblos encausadas en esos medios. Retomar la labor de informar es el gran reto que debemos asumir en el presente. Retomar el profesionalismo y alejarse de farsas para ubicarse en el contexto que corresponde es realmente urgente.
En la historia contemporánea dos hechos han marcado la importancia de ejercer un periodismo con veracidad. Los hechos registrados el 2 de octubre de 1968 y el levantamiento zapatista el primero de enero de 1994, cuyo registro también hizo la historia de los diarios POR ESTO!, en el nacimiento de la revista POR QUE!
Desde una tribuna con la importancia de ésta reiteramos el compromiso adquirido desde mi primer renglón informativo escrito hace ya más de 30 años en el periódico OVACIONES, desde el lanzamiento del primer ejemplar surgido de las rotativas del POR ESTO!: enmarcar la verdad, sea ésta cual sea. No pudo presentarse un mejor escenario para subrayar y reconocer el trabajo de estos diarios. Aquí, en esta casa del pueblo, con sus intelectuales a la vista, con los hombres y las mujeres cuya capacidad, conocimiento y cultura permite la comunicación con sus iguales y con quienes no tuvieron ni siquiera la oportunidad de aprender a leer y escribir, me uno a este merecido homenaje. Gracias, don Mario.
Por motivo de la Semana mayor, periodo de recogimiento, reflexión y meditación, estas líneas volverán a aparecer el próximo martes 5 de abril. Felices Pascuas.
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