Eduardo Sadot
Triste el papel de la ignorancia de muchos mexicanos, en todos los niveles y en todas las responsabilidades, dicen por ahí, perversamente, que cuando se enfrente la justicia con el derecho que te inclines por la justicia, ¡absoluta ignorancia del derecho! Eso solo lo puede sostener un ignorante, alguien que solo piense en su beneficio y no alcance a comprender que el Estado de Derecho es el conjunto de leyes, de reglas que garanticen la convivencia armónica entre las personas. Si es verdad que a veces puede confrontarse la justicia con el derecho, pero nunca, cualquier persona puede arrogarse el derecho de hacerse justicia con su propia mano, para eso están las instituciones aceptadas, acordadas elegidas para realizar ésa tarea hacer justicia, si los ciudadanos son incapaces de argumentar sus derechos para recibir justicia, pues hay que encontrar al profesional idóneo que sepa obtener justicia, pero el mismo Estado de Derecho tiene mecanismos que las autoridades ejercen para interpretar el Derecho e impartir justicia, el Estado de Derecho, para hacerlo más comprensible es como en el fútbol, las reglas del juego, sin reglas, no hay juego, hay caos, nadie logra nada, sin esas reglas de conducta “las reglas del juego” no hay armonía.
Por eso cuando alguien propone no obedecer las reglas o tergiversarlas ofreciendo a quienes delinquen abrazos, está poniendo las bases para que prospere la impunidad, así puedo asesinar, robar, extorsionar, delinquir, cuando el mayor castigo será que me abracen, así de dañinas pueden ser las palabras de una persona, más cuando ésa persona es la encargada de respetar las leyes, no hacerlo, es un llamado a la desobediencia y con ello al caos al desorden, con la esperanza de que solo ponga orden solo el líder, pero si es rebasado, termina como Mussolini, arrastrado por la turba, por el mismo pueblo que lo aclamaba, arrastrado desnudo por las calles de Milán, con los testículos en la boca desfigurado él y su amante Clara Petacci. Así actúa la masa desbordada.
Desde Palacio se ha hecho costumbre infame e irresponsable azuzar a la masa, al pueblo en contra de quien le venga en gana, las arengas disfrazadas de ingenua burla tienen efectos mortales, las arengas desde Palacio contra la Ministra presidente, de la Suprema Corte y los ministros, agredidos por delincuentes extranjeros pagados, es un abuso de autoridad intolerable.
Los ministros de la Suprema Corte hacen su trabajo y su principal responsabilidad es hacer justicia en todo el país, mentira que como sostuvieron las dos ministras es invasión de facultades entre los tres poderes del gobierno, la función de la Corte y solo de la Corte es la interpretación de la norma jurídica y hacer que la ley se cumpla, en cualquiera de los otros poderes, si eso fuera, ministra Esquivel y ministra Loretta entonces llegaríamos a la falacia de que cada poder hiciera sus propias leyes.
Se entiende que ambas ministras están inhabilitadas en participar en decisiones donde intervenga el presidente, pues ha quedado demostrado que son sus amigas y tienen un conflicto de intereses, ello, con un poco de ética y vergüenza, les haría excusarse de participar en asuntos de aquel, con quien tienen un gran compromiso. El resto de la Corte, sí tiene un prestigio que defender y con ello un país que proteger, frente al abuso de cualquier gobernante, la mayor virtud de un Ministro o de un juez es su imparcialidad.
La insensibilidad de quien las puso y las mantiene, a pesar de todo, se hizo evidente, si era indefendible la iniciativa, no entiendo por qué no proteger a las que son sus incondicionales en la Corte, por qué no dejarlas votar en contra como todos los ministros, al menos así, podrían tener un respiro de dignidad, para poyar de mejor manera disfrazadas de imparciales, pero ni eso. La lealtad es de dos vías, de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, con mayor razón de igual a igual o en el mismo nivel, pero no tener, la posibilidad de rescatar sus prestigios, es abusar de su condición femenina, no me explico, donde están las mujeres de MORENA que tampoco se rebelan. Triste papel de la mujer en MORENA y en la corte, sojuzgadas por un hombre, ante el silencio cómplice de las feministas, inclusive dentro de su mismo movimiento, Sheinbaum, Olga, Cloutier, tantas mujeres calladas y de los hombres ni qué hablar.
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