Eduardo Sadot
Les guste o no les guste a quienes dividen al país partiéndolo entre “nosotros y nuestros adversarios” una transformación verdadera se construye con lo bueno y lo que sirva, nunca a partir de la actitud mesiánica de pensar que “antes de mi todo era malo” y desde que yo llegué (MORENA) todo fue bueno, el cambio que ahora se ve y se plantearon, es igual a la revolución de Espartaco, por los años 70 antes de Cristo, se revela contra el trato de los esclavos y plantea cambiar o quitar a los patricios y sustituirlos por los esclavos, en un juego de “quítate para ponerme yo” con esa idea perversa la rebelión de Espartaco fracasó, porque lo que estaba mal era el modelo no las personas y su propuesta era sustituir no evolucionar, así exactamente igual se ve el partido en el poder, todos llegaron con la bandera de que “los políticos roban” hay que quitar al PRI porque esos son políticos, y que lleguen ciudadanos – que en realidad eran tan políticos como los del PRI a quienes criticaban, tan es así que reciclaron a políticos priístas, se llevaron del PRI a los peores – y como los políticos roban deben ser expulsados, pero en su yo interno traen la semilla del resentimiento, del rencor y la envidia de no tener lo que llamaron “los privilegios” pero en su yo interno anhelaban gozar de esos mismos privilegios y lo evidencian ahora que se consolidan en el poder, los norroñas, son el mejor ejemplo de que hoy son y hacen exactamente lo que criticaron, en sus orígenes utilizaron la demagogia del político usando de pretexto “al pueblo bueno y sabio” para conseguir sus privilegios y luego mantenerse en ellos, desde aquella famosa foto de Norroña en un baño de un hotel, acabando de salir de bañarse presumiendo lo que no había tenido en su casa rentada – como la ministra Batres – luego disfrutando del baño que nunca tuvo y de la ducha que nunca se dio con agua caliente, es el más claro ejemplo de su llegada al poder. Igual que la cáfila de arribistas que por ser seguidores resultaron beneficiados, sin tener conocimientos para ocupar cargos no importa su ignorancia pero si su fidelidad, aunque se lleven entre las patas a México y a la administración pública, tampoco importa que sean honestos, basta con decir soy honesto aunque tenga las manos manchadas de sangre y rebosantes de – sobres amarillos – dinero público mal habido, para ello era indispensable desmantelar al Estado de derecho destruyendo al poder legislativo y a los organismos constitucionalmente autónomos, para alcanzar la meta de “SUBORDINACIÓN E IMPUNIDAD” porque pensaron que al ser políticos, les permitirían robar impunemente y ahora para protegerlos reforman la constitución en los rubros que tienen instituciones contra la corrupción para no ser perseguidos y castigados.
Pero Alejandro Moreno el presidente del PRI llegó a ponerle el cascabel al gato presentando una propuesta para poner orden frente al poder de los banqueros, esos mismos que tienen todo el dinero para cabildear y no dejar que les toquen sus ganancias ni con el pétalo de una iniciativa, esos bancos cuyo poder tradicional data de tiempos inmemorables, que han frenado cualquier intento de proteger a los ciudadanos, primero, siendo ellos mismos quienes se “autocensuraban” desde “su” comisión nacional bancaria y de seguros y luego desde la CONDUSEF, esa misma que para iniciar un trámite en contra de algún banco primero le dicen al usuario que baja a su banco, algo así como: si vas a denunciar a un asaltante y te dicen que primero hables con él y le ruegues que te devuelva lo robado. Igual que cuando aquel tío, coludido con la delincuencia los protegía diciendo que eran ciudadanos, y que no los combatiría con balazos y en su lugar les daría abrazos para de éste modo pagarles los apoyos que dieron para su campaña.
Ahora, Alito sutilmente y con inteligencia, va a evidenciar a la 4T y los exhibirá para saber si los compromisos de la 4T están con el pueblo o con los bancos, eso sí marcará la diferencia, entre defender bancos o defender usuarios bancarios.
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