Magno Garcimarrero
Hay fundamento para suponer que nuestros antepasados habitantes del Anáhuac, confundían el amor con cierta enfermedad cuyos síntomas han quedado descritos por Sahagún en la Leyenda histórica acerca de un vendedor itinerante de chiles en el mercado de Tula, en la época del rey Huémac, último soberano de los tolteca, de quien se dice tenía una hijas muy hermosa que, por su misma belleza fue codiciada por muchos que pretendían casarse con ella.
Un día un vendedor se presentó en el tianguis totalmente desnudo, como era costumbre de los huasteca. La hija del rey lo vio en toda su desnudez y comenzó a enfermarse de antojo; se hinchó de todo el cuerpo y se puso muy enferma, cuando el rey Huémac preguntó por su hija le informaron que estaba “mala de amores” por culpa del chilero huasteca.
Mandaron a buscar al vendedor y lo encontraron sentado en el mercado frente a su puesto. Huémac le reclamó no llevar maxtlath para cubrirse.
El chilero le respondió que era la costumbre de su tierra. El soberano entonces le insistió:
“Vos antojasteis a mi hija, voz habéis de curarla”. El chilero se convirtió en el yerno del rey y la hija sanó. (Referido por Sahagún -Historia General de las Cosas de la Nueva España).




