• El despegue mexicano, si acaso en 10 años
• Los números duros, muy lejos del discurso
El Banco de México dio a conocerla encuesta sobre las expectativas de los especialistas del sector privado, levantada en mayo. Los expertos entrevistados no ocultan su realismo crudo respecto del comportamiento del Producto Interno Bruto nacional (PIB); revisaron a la baja sus estimaciones para 2013, 2014 y 2015, y esperan un mediocre comportamiento para la próxima década.
O sea que los buenos deseos de Mover a México para lograr una economía fuerte, sustentable, productiva, competitiva y que satisfaga las necesidades de las mayorías de los mexicanos, tardarán un buen. Puede que no lo veamos ni en este sexenio ni en el siguiente, aunque el mérito podría ser sentar bases constitucionales y legales, para que México sea tan fuerte como los BRICS. (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.)
Pero por el momento, la realidad es desalentadora. No importa que el mercado global esté prendido con alfileres, que la volatilidad de Europa y Estados Unidos sea negativa. Lo importante es hacernos a la idea de que la economía mexicana ya no debe depender de nada, ni de los estornudos del Tío Sam, ni de los vaivenes de Europa y del mundo globalizado. Las economías de los BRICS (llamadas economías emergentes) van viento en popa y las volatilidades de Occidente les hacen lo que el viento a Juárez. Y son el modelo que pretende seguir México: llegar a ser una verdadera economía emergente.
Las gráficas trazadas por los dibujantes del banco central en base al contenido de la encuesta, levantada entre los asesores económicos de las grandes empresas asentadas en México, no tienen desperdicio. Los pronósticos para el crecimiento real del PIB en 2013, 2014 y 2015, así como para el promedio de los próximos diez años no pasan del 4 por ciento (3 para 2013) y no rebasan el 3.95 por ciento promedio para los próximos diez años.
Los encuestadores del instituto bancario central consultaron a los analistas sobre la probabilidad de que en alguno de los próximos trimestres se observara una reducción, respeto al trimestre previo, en el nivel del PIB real ajustado por estacionalidad; es decir, la expectativa de que se registre una tasa negativa de variación trimestral desestacionalizada del PIB real.
Como puede observarse en las gráficas, la probabilidad media de que, en alguno de los trimestres sobre los que se preguntó se observe una caída del PIB disminuyó en relación con la encuesta de abril para los trimestres 2013-II y 2014-I, pero aumentó para los trimestres 2013-III y 2013-IV, si bien dichas probabilidades en general permanecen en niveles bajos.
Sea lo que fuere, para la tasa de crecimiento anual del PIB de 2013, los analistas disminuyeron la probabilidad asignada a los intervalos de 3.0 a 3.4 por ciento y de 3.5 a 3.9 por ciento respecto de la encuesta anterior, al tiempo que aumentron la probabilidad otorgada al intervalo 2.5 a 2.9 por ciento, siendo este último intervalo al que mayor probabilidad lse continuó otorgando.
Como ven, la realidad no se lleva con el discurso y menos con el discurso de los políticos. La economía tiene sus leyes, las de la oferta y la demanda, que yo he rebautizado como las leyes de la necesidad y del abuso. Dejar todo a las fuerzas ciegas del mercado es poner la vida en manos de un irresponsable.
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