• Pemex y los contratos de utilidad compartida
• Las nuevas leyes privatizarán el petróleo: PRD
Se inició este jueves la maratónica sesión extraordinaria, durante la cual los senadores priístas y panistas deberán dejar aprobados los dictámenes de las leyes reglamentarias de la reforma energética, que dará paso a que grandes capitales nacionales, pero sobre todo extranjeros contribuyan a la modernización de las empresas productoras de energéticos, sobre todo Petróleos Mexicanos.
La piedras de confrontación del PRI y el PAN con la oposición perredista: los contratos de utilidad compartida, los contratos de producción compartida, los contratos de licencia (o sea, concesiones) y los contratos de servicios, catalogados por la izquierda como privatizadores, serán los pilares de la “modernización” de Petróleos Mexicanos. No hay de otra. Así fue escrito ya. No hay retorno a pesar de los berrinches.
Lo que aleguen en tribuna los legisladores de la izquierda, el PRD y el PT, sólo quedará registrado en la Gaceta del Senado. Para la historia. O mejor dicho para el archivo. Y yo diría que para lo que yo llamo “el archivo francés”, o sea, el bote de la basura.
La sesión podrá extenderse al lunes venidero, pero sólo es una forma de legitimar una decisión tomada de antemano, sin el concurso y a pesar, muy a pesar, de la oposición.
Prolongadas están siendo las participaciones de los senadores en la Tribuna de un Senado cercado por opositores, cuyas inconformidades no son vistas ni oídas por los senadores que apoyan la política energética del actual gobierno.
Férreas medidas de seguridad fueron tomadas por la Junta Directiva de esa instancia legislativa para preservar los trabajos legislativos. A las instalaciones de esa Cámara sólo pueden ingresar, y con muchas dificultades, quienes porten el pasaporte de su credencial de senador, de empleado, de trabajador o de reportero. Nadie más.
La Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado acordó desde temprano, este jueves, discutir y aprobar los dictámenes los días jueves, viernes y sábado, en horarios de 10 de la mañana a 10 de la noche. Pero el presidente de la Junta, el panista Jorge Luis Preciado, informó que este viernes por la tarde se reunirá con los coordinadores parlamentarios para analizar el avance en la discusión y determinar si sesionan el domingo o retoman los trabajos hasta el próximo lunes.
Preciado dijo que la intención del Senado es que la Cámara de Diputados tenga tiempo de procesar los dictámenes que les envíen los senadores, quienes quedarán a la espera de los paquetes fiscales de las leyes energéticas que votarán los diputados. Estos aparentemente no pueden hacer nada en tanto los senadores no les entreguen aprobados los dictámenes referidos principalmente a la agenda de negocios de Pemex. Los diputados tienen en comisiones las iniciativas referentes a los asuntos hacendarios y fiscales correspondientes a las operaciones de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
La Comisión de Energía del Palacio Legislativo de San Lázaro se instaló en sesión permanente, a fin de estar lista para recibir las minutas que serán aprobadas por el Senado y que los diputados tienen que conocer y “discutir”.
El negrito en la sopa es la oposición, que no está de ninguna manera de acuerdo con el espíritu de la reforma. Perredistas y petistas se oponen terminantemente a la privatización, por medio de la figura de los contratos mencionados, de las empresas generadoras de energía, principalmente de Petróleos Mexicanos.
En la tribuna, el coordinador parlamentario del PRD, Miguel Barbosa, afirmó que los senadores perredistas están en contra de las reformas y que defenderán “la convicción de general Lázaro Cárdenas de que el sector energético sirva a los intereses nacionales.”
“Quienes piensen que el tema termina con las votaciones de estos días, se equivocan rotundamente. La inminente aprobación de estas reformas, lejos de desanimarnos nos fortalece en nuestras convicciones y lucha por la defensa del petróleo y nuestros recursos energéticos”, dijo el líder de la bancada perredista.
Barbosa expresó que por medio de la figura de contratos se abre la puerta a la privatización de la producción de hidrocarburos, se entrega la renta petrolera a particulares, y se condena a Pemex y la CFE a desaparecer con empresas del Estado y “de los mexicanos”.
“En esta reforma hay un doble engaño; se dijo que no se privatizaría el sector energético, pero el contenido de las 14 reformas es privatizador. Se privatiza la cadena de valor de hidrocarburos, la industria eléctrica en la generación, transmisión y distribución.
“Segunda mentira: se dijo que la reforma bajaría el precio de las gasolinas, el gas y electricidad, pero estos siguen y seguirán aumentando”, aseguró.
Pero lo que diga o deje de decir Barbosa o cualquier otro opositor al gobierno y a la reforma ahí quedará. Cuando termine la semana, o a principios de la próxima, habrá minutas dictaminadas de acuerdo con la ley. Y todo será avalado por la mayoría de la Cámara de Diputados: PRI, PAN, PVEM y Panal.
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