Yo campesino / De mal en peor
• Con dádivas pretende el ganso disfrazar debacle de la economía
Miguel A. Rocha Valencia
Ya se vio que el centro del tercer informe presidencial, será la entrega de dinero a fondo perdido, como si con dádivas pudiera detenerse la debacle económica que vive el país donde el número de pobres creció en siete millones y la miseria alimentaria alcanzó a 54 millones de mexicanos. En tanto, 1.5 millones más, se sumaron al ejército que busca conseguir trabajo “de lo que sea”.
Frente a esas cifras, seguramente el mesías cuatrotero sacará sus propios datos y dirá que ya tiene en la cartera del gobierno a 11 millones de personas que reciben dádiva bimensual, que las becas para estudiantes se extendieron y que la limosna al campo se incrementó, mientras la generación de alimentos va en reversa pues no existe dinero para apoyar la comercialización y proyectos productivos.
Claro que en su “informe” el machuchón tabasqueño festinará un crecimiento del 5.3 por ciento al segundo trimestre, pero “olvidará” que la caída del PIB el año pasado superó el 12 por ciento, es decir que existe un déficit, una pérdida del siete por ciento, el cual, expresado en valor de producción significa algo así como 2.1 billones de pesos.
A ello debe agregársele una disminución en términos reales del 8.3 por ciento adicional a la ya exigua inversión pública para estar cercana a los 250 mil millones, de los cuales, el 74 por ciento se entregó a través de asignaciones directas, es decir, a los cuates o a “los mismos de siempre” entre quienes están los Bartlett y uno que otro superdelegado o amigo como el compadre de Rocío Nahle García, en Veracruz y Dos Bocas.
Tan es así que la inversión privada cada vez es menor. Por eso se explica que por tercer mes consecutivo la “reactivación” de inicio de año se estancara y retrocediera como en el caso de la industria de la construcción, donde la “mafia” ahora, es de los militares que no sólo hacen obra, sino que las concesionan.
La encuesta Nacional de Empresas Constructoras indica que, en junio, la caída fue del 0.9 por ciento. Los más afectados fueron los proyectos de electricidad, comunicaciones, transportes y petroquímica. En esto último cabe hacer mención que una de las ganadoras para perforar en aguas profundas, abandonó los dos proyectos en que concursó.
El tema es que la inversión sigue a la baja, se recupera empleo, pero con menores salarios, se desacelera la economía y para el segundo semestre se observará una caída en los ingresos tributarios, dado que, del 100 por ciento de los trabajos generados, cerca del 87 por ciento corresponden a la informalidad y los formales, pagarán menos ISR.
Por cuanto, a las empresas, el SAT estará activo tratando de disminuir, según dice el mesías, una evasión de los “grandes” empresarios, por lo cual no se descarta una nueva cacería, máximo ahora que el ex dueño de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, siempre no cumplió con la integración del fideicomiso con el cual devolvería al gobierno de la cuarta los 216 millones de dólares que supuestamente cobró de más por una planta de nitrogenados y que ofreció reintegrar a cambio de su libertad.
El panorama mejoró en los primeros meses por la inercia de la misma economía, pero ahora, sin inversión nacional o extranjera, viene el rebote. De eso nos informará detalladamente el Ganso de Macuspana el primero de septiembre… seguramente.