El nerviosismo sube de tono por la inseguridad y amenazas terroristas en Sochi.
A unas horas de la inauguración de las Olimpíadas de Invierno 2014, al sur de Rusia, los gobiernos, Austria, Alemania y los Estados Unidos, envían señales de alarma a las aerolíneas que vuelan a la sede deportiva, que mantengan un severo escrutinio con determinados productos de los pasajeros. Tubos de pasta dentrífico, cosméticos, líquidos en general.
Los descubrimientos por los grupos de inteligencia mantienen a las autoridades internacionales el alerta constante.
Sochi, balneario ruso se ubica en el krai de Krasnodar, cerca del límite con Abjasia, entre las montañas nevadas del Cáucaso y el mar Negro. La población de acuerdo al censo del 2013, suma 368.011 habitantes. La Gran Sochi, la ciudad, más los pueblos conurbanos se extienden a lo largo de 146 Km., convirtiéndola en la segunda área metropolitana más larga del mundo.
La ciudad es uno de los destinos turísticos más importantes de Europa con más de cuatro millones de visitantes anuales, el motivo de la visita, la infraestructura de complejos turísticos, su clima templado, la vegetación subtropical, las lagunas con minerales y las bellas playas de arena junto al Mar Negro.
Lo mismo, se encuentra en un región donde el extremismo islámico-Viudas Negras- mujeres jóvenes dispuestas a dar la vida en venganza por los esposos muertos a manos del gobierno ruso, igual, los grupos de Al-Qaeda han sentado raíces para operar en la zona, extendiendo los tentáculos a cualquier parte del planeta
La cercanía de los territorios y los países a la ciudad Olímpica-vitrina mundial- para ejercer los actos de terror, es estratégico, permite el trasiego de químicos y armas. Hace a Sochi vulnerable. No es lo mismo viajar a America, o a Roma, que cruzar las montañas y los lagos.
Por eso, ha puesto en guardia a los grupos de seguridad. Si bien, el “Anillo de Acero” que rodea las instalaciones y la villa Olímpica-cien mil elementos de las policías y del las fuerzas armadas rusas-sin descontar la tecnología, los estándares y pautas de seguridad, no es suficiente, para proteger esas zonas y a los visitantes.
La posibilidad de internar al aeropuerto de Sochi, elementos explosivos en varias presentaciones, al parecer inermes, es el motivo de la gran preocupación de hoy, resultado de los esfuerzos de inteligencia para detener cualquier posible atentado.