México / Redacción MX Político.- Culiacán y la masacre de los LeBarón confirman que estamos en guerra. Falta pragmatismo y sobran pretextos. Si es que existió algún momento para abrazos, estamos lejos de éste. El Estado necesitará ejercer su fuerza para recuperar territorios y aniquilar a criminales que amenazan al Estado. Basta de demagogia.
Preocupantemente, se repiten dos recetas axiomáticas: legalizar las drogas, y no decapitar a organizaciones criminales (la estrategia del kingpin). Expresaré mis dudas. Es cierto, legalizar las drogas les quitaría a organizaciones criminales cuantiosos recursos que provienen de vender un bien prohibido a precio elevado.
Pero, estas Organizaciones Criminales Transnacionales también trafican humanos, secuestran, extorsionan, hacen crimen cibernético, huachicol y mucho más que narcóticos. La guerra ya es ubicua y no sólo en las rutas del narco. Ahorrémonos la absurda discusión de si la detonó Calderón. La actividad criminal viene de antes y evolucionó porque traficar cocaína les dio recursos para comprar ejércitos.
Los programas asistencialistas no alejarán a los jóvenes del crimen. No son los pobres quienes delinquen. Atrae la efímera promesa de poder y riqueza. A la larga, ayudaría tener programas ambiciosos de reintegración y mejores políticas de movilidad social.
Para que la legalización duela, tendríamos que legalizar todas las drogas. ¿Entendemos la adicción y destrucción social por legalizar fentanilo, heroína o metanfetaminas? No tenemos datos científicos, sólo opiniones y especulación.
Sabemos qué pasó con dos drogas legales, con terrible costo para el sistema de salud: el alcohol y la nicotina. Cuando se decretó La Prohibición en EU en los años 20, el mercado ilegal de alcohol fue, en efecto, una bonanza para el crimen organizado. Pero redujo a la mitad las muertes por cirrosis y 80% la violencia doméstica. Bajaron crímenes violentos y accidentes automovilísticos causados por alcohol. Entiendo, hoy el alcoholismo es sólo problema de salud pública, pero legalizarlo, y en consecuencia abaratarlo, tuvo secuela.
¿Cuál sería ésta si aumenta la disponibilidad de drogas legales? No abaratarlas con impuestos mantiene vivo el mercado negro para el que vende drogas sin impuesto, quien también fomentaría el mercado para menores. El tráfico global de cigarros ilegales de tabaco, sin impuesto, asciende al año a 50 mil millones de dólares; provee la mitad de la demanda en algunos países. Está en manos de OCTs.
La mortal epidemia de opiáceos en Estados Unidos fue originada por un mercado legal, que prescribía oxicodona como analgésico, con enorme impulso de farmacéuticas para crecer ese mercado. Los adictos ahora compran heroína ilegal, pues es más barata. ¿Qué harían los grandes laboratorios con un mercado legal de drogas “recreativas”? ¿Cuál sería su impacto social?
El beneficio de legalizar la mariguana sería mínimo en México, pues dejó de ser la fuente de cash para los cárteles, ante la legalización en California y otros estados. Estados Unidos jamás legalizará drogas como el fentanilo, así que quizá la discusión no tiene sentido.
En cuanto a la estrategia del kingpin, no entiendo la alternativa. Si dejamos de decapitar a las OCTs, las incentivamos a alcanzar una escala que les garantice inmunidad. Si la actividad criminal se concentra en una o dos. ¿Cuántas actividades monopolizarían? ¿Cuál sería su consecuente rentabilidad y poderío?
Se decapita a las grandes OCTs para atomizarlas, y poder así combatirlas y proceder judicialmente en su contra. El problema no se resuelve dejándolas en paz, sino desarrollando capacidad policiaca y eficiencia en la administración de justicia para que los criminales acaben en la cárcel. A la larga, necesitamos invertir muchas veces más que hoy para desarrollar policías locales, inteligencia, ministerios públicos, fiscalías y procuración profesional de justicia. Mientras no lo hagamos, seremos el paraíso de organizaciones criminales que seguirán matando inocentes, y que impedirán la inversión y el desarrollo de México.
Hoy, llegó la hora de enfrentarlas con tanta fuerza y aliados como haga falta para vencerlas.
@jorgesuarezv
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fjb