CIUDAD DE MÉXICO, 25 de junio (Almomento Noticias).- Poco se habla sobre los estudiantes que experimentan movimientos migratorios y de la importancia que sus actividades proporcionan al flujo económico de ambos países implicados. Para detectar este hecho se elaboró un estudio sobre fuerza laboral transfronteriza, realizada por El Colegio de la Frontera Norte (Colef), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y el Mexican Migration Field Research Project, de la Universidad de California en San Diego.
El doctor Maximino Matus Ruiz, responsable del proyecto, explicó que a través de cinco mil 500 cuestionarios aplicados a alumnos que cursan el tercer año de secundaria y el primer año de preparatoria en Tijuana y su equivalente en San Diego, Estados Unidos, así como la realización de entrevistas a profundidad a estudiantes, profesores y directores, recopilaron información cuantitativa y cualitativa sobre su educación y aspiraciones profesionales.
El estudio, además de conocer la situación que prevalece en ese grupo de la población en esa región transfronteriza, plantea dotar de información a los encargados de elaborar políticas púbicas en la materia, tanto en Baja California como en California.
El experto menciona que una de las intenciones del programa es desmitificar los problemas y situaciones negativas que se asocian con el fenómeno de migración en las entidades educativas. En algunas ocasiones, lo que se percibe como una desventaja no lo es.
“Para ellos esta situación de transnacionalidad representa un problema en términos educativos, y esto nos parece sumamente restrictivo porque son jóvenes que a futuro serán la fuerza laboral que haga que esta región transfronteriza alcance niveles más altos de competitividad, porque son personas bilingües, educados en dos sistemas educativos y con múltiples capacidades. En general, esta población podría apoyar la economía y generar conocimiento”, señaló.
Resultados preliminares
Doctor en sociología del desarrollo rural por la Universidad de Wageningen, en Holanda, Matus Ruiz detalló que entre los datos preliminares del estudio —con la valoración de más de tres mil cuestionarios— han identificado ventajas competitivas de estos estudiantes.
De ellos, 71 por ciento es bilingüe al hablar inglés y español; en el caso de las secundarias públicas de Tijuana, 62 por ciento habla inglés, 57 por ciento ha cruzado la frontera y 24 por ciento ha vivido del otro lado de la frontera; 31 por ciento se identifica como mexicoamericano, 77 por ciento tiene amigos del otro lado de la frontera, ya sea mexicana o estadounidense; 42 por ciento de esta población considera que su futuro es internacional, en el caso de los estudiantes mexicanos desean estudiar la preparatoria o la universidad en Estados Unidos.
“Encontramos datos que nos dejan ver sus aspiraciones educativas o profesionales; por ejemplo, 45 por ciento considera que podría dejar de estudiar por cuestiones económicas, además de que la mitad de estos jóvenes no sabe a qué universidad irá, pues aunque tiene la intención de estudiar no recibe información correcta en las instituciones sobre las opciones ni del proceso para alcanzar ese grado de educación”, indicó.
Un dato interesante que plantean estos primeros resultados es que los estudiantes consultados consideran que la educación que se les está dando es relativamente buena, debido a que 73 por ciento confía en que sus maestros y consejeros tienen la mejor información sobre carreras; es decir, depositan su confianza en ellos y esto es un mensaje importante para los sistemas educativos de ambos países.
Aplicación
Se aplicaron cinco mil 500 cuestionarios a estudiantes que tuvieran uno o dos padres mexicanos, y que nacieron en México o en Estados Unidos, de 65 diferentes instituciones en Tijuana y el sur de San Diego.
La encuesta contenía 92 reactivos que permitieran conocer datos acerca de su vida transnacional, con la intención de generar un índice al respecto, por ejemplo, qué tantas veces está en contacto con gente del otro lado de la frontera, con qué frecuencia la han cruzado y cuántas veces han cambiado de escuela entre las fronteras, con el propósito de construir un índice de transnacionalidad.
“Preguntamos también sobre su vida, es decir, cómo los tratan los maestros y los demás alumnos; a qué problemas se enfrentan y cómo ven el futuro, si están esperanzados y si consideran que pueden ir a la universidad o encontrar un buen trabajo”, detalló.
AMN.MX/wh
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