* Claro que el frijol con gorgojo y el alto precio de la tortilla es para los pobres primero, pues los enemigos del México bueno y sabio se alimentan con productos importados y visten ropa de marca y reconocidos diseñadores, porque la inflación con recesión les hace lo que el viento a Juárez
Gregorio Ortega Molina
¿Puede, la economía mexicana, sustraerse a las consecuencias de los sucesos políticos, sociales, de salud pública y de violencia que sacuden al mundo? ¿El hecho de que la inflación aparenta ceder en Estados Unidos, de verdad beneficia el desarrollo nacional?
Hay, además, consideraciones adicionales que deben formularse. ¿Es válido que SHCP le eche un palomazo al Banxico en la formulación y praxis de políticas antiinflacionarias? ¿Dónde queda la autonomía de las instituciones? Todo indica que, si en algún momento las finanzas de la nación se manejaron desde Los Pinos, hoy lo hacen desde Palacio Nacional. ¿Puede probarse? Sólo hasta que nos toque pagar la factura por los resultados.
¿Cuánto del salario mínimo, de las pensiones de los viejitos y de diversas becas o entregas de efectivo, se consume la adquisición de los alimentos contemplados en la canasta básica? ¿Cuántos mexicanos dejan de comer a satisfacción para preservar la salud?
Aparte de la comida, y gracias a los aciertos de este gobierno de la 4T, hemos de considerar el gasto adicional de medicinas, debido a que en los institutos de salud no surten las recetas en su totalidad, a que tampoco logran consolidar las compras y mucho menos recuperar el cuadro básico de vacunación para los niños mexicanos.
Vestirse como se estaba acostumbrado ya es un sueño. ¿Es cierto que es suficiente con un par de zapatos y un pantalón y una muda de ropa interior? ¿Hay quien voltee los cuellos y los puños de las camisas como antaño? ¿Alguien todavía zurce los calcetines? Y no nos vengan con el cuento de que es la pobreza franciscana, y a ella hay que apegarse, como si se viviera en la casa gris de Houston.
Pero la refinería de Dos Bocas, el AIFA, el tren maya y el interoceánico nos sacarán de la pobreza, pues por lo pronto y como temas de seguridad nacional, lo único que puede suponerse es que hay bolsillos que se llenan, como se llenaron los de los corruptos y los corruptores de antaño.
Claro que el frijol con gorgojo y el alto precio de la tortilla es para los pobres primero, pues los enemigos del México bueno y sabio se alimentan con productos importados y visten ropa de marca y reconocidos diseñadores, porque la inflación con recesión les hace lo que el viento a Juárez.
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@OrtegaGregorio