LOS CAPITALES
Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
En noviembre las remesas sumaron 4,801 millones de dólares (+3.0%), con lo que se consolida una racha de 31 meses consecutivos con crecimiento, esto es, desde mayo de 2020. Se estima que las remesas a México para 2022 podrían cerrar en más de 58,400 millones de dólares (+13.3%), y para 2023 las remesas al país continuarán creciendo pero a un ritmo más moderado, considerando un posible escenario donde la economía mundial las remesas podría ralentizarse. Según cifras del BBVA México, el bajo nivel de desempleo que ha prevalecido en la economía de Estados Unidos, país donde reside la gran mayoría de la diáspora mexicana, ha potenciado el envío de remesas a México. India es hasta hoy el país que recibe el mayor monto de remesas.
Cabe destacar que México se consolida como el segundo país que más recibe remesas, superará por más de 7 mil millones de dólares a China, que se ubica en la tercera posición en 2022, y pese a las condiciones económicas adversas, el Banco Mundial pronostica que las remesas mundiales aumentarán 2.7% en 2023. América Latina y el Caribe será la región con el mayor dinamismo en la recepción de remesas durante 2023, se pronostica que crecerán 4.7%. Para 2022 se calcula que casi 79% de las remesas mundiales tienen como destino un país con un nivel de ingreso bajo o medio. El Sur de Asia, donde se localizan países como India, Pakistán y Bangladesh, es la principal región receptora de remesas y concentra más de una quinta parte de las remesas mundiales; seguido de América Latina y el Caribe que recibe 17.9% de las remesas, donde destacan México, República Dominicana, Colombia y los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica.
Entre 2021 y 2022, las regiones que más han contribuido al incremento mundial de las remesas han sido América Latina y el Caribe, y Europa y Asia Central. En cambio, el flujo de remesas a Asia Oriental y el Pacífico se ha visto mermado entre 2020 y 2021 debido a la contracción de estos recursos hacia China. Para esta región se estima un crecimiento de solo 0.7% en 2022 y para 2023 se pronostica que se contraerá en 1.0%.
Inminente una recesión económica mundial: CIBanco.
En el inicio de este año, los inversionistas están temerosos por el nivel del consto del dinero a nivel mundial y la permanencia que podrían mantenerse ahí. Para los analistas de CIBanco, “esta contundencia mostrada por los bancos centrales en su lucha contra la inflación y la previsión de un ambiente de crecimiento económico bajo en muchos países, pasó factura a los mercados financieros globales. La mayoría de los activos registraron un desempeño negativo: renta variable y renta fija. Los operadores optaron por los activos refugio, principalmente dólares. En particular, casi todas las principales monedas se depreciaron frente al dólar estadounidense. No obstante, el peso mexicano fue una de las pocas excepciones, favorecido principalmente por el carry trade”. Así, han crecido las voces de que una recesión económica es inminente, solo faltaría ponerle fecha exacta y nivel de profundidad. Debido a los efectos rezagos de la política monetaria, es incierto si esto terminará siendo una realidad.
A su vez, analistas de INVEX nos advirtieron que la última semana de 2022 cerró con datos negativos para la economía de Estados Unidos. Indicadores de actividad residencial y manufacturera sugieren un deterioro importante en ambos sectores. Asimismo, a pesar de los aumentos relativamente moderados semana tras semana, las solicitudes continuas del seguro de desempleo confirman un debilitamiento del mercado laboral.
las solicitudes del seguro de desempleo alcanzaron 1.71 millones en la semana laboral que concluyó el 16 de diciembre. Esta cifra ha aumentado constantemente desde que se ubicó en 1.35 millones a mediados de septiembre pasado. Si bien el número de solicitudes que se reciben por semana ha sido relativamente bajo (215,600 unidades en promedio de enero a diciembre de 2022), el desempleo ha aumentado ante la expectativa de un menor crecimiento en 2023.
Por otra parte, la situación aún no es crítica. Algunos empleadores han resaltado que no llevan a cabo despidos debido a la dificultad que representó llenar las vacantes durante varios meses a pesar del incremento en los salarios. Por otra parte, el mercado laboral tendrá que ajustar no sólo por el desplome del sector residencial y el paulatino deterioro del sector industrial. En algún momento, el consumo privado podría caer ante la persistencia de tasas de interés elevadas y ya lo está haciendo en la parte de bienes durables. La caída del consumo total detonaría un importante número de despidos en la economía de Estados Unidos. A final de cuentas, el consumo de los hogares representa el 70% del PIB en la principal economía del mundo, concluyeron los analistas de INVEX.
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