FRANCISCO RODRÍGUEZ
Tuvo que ordenar Lázaro Cárdenas que los comerciantes e industriales se organizaran para hacerlos de inmediato interlocutores del poder. Les confirió una facultad que nunca habían tenido y que nunca supieron usar por andar pensando en sus intereses personales, antes que en el bienestar colectivo.
Siempre creyeron que esa concesión la habían peleado y obtenido en contra de la voluntad del poder. No. Como todo su historial, la interlocución fue producto de una obra graciosa del Presidente, porque quizá le dieron cuitas que pensaran que los iba a arrollar.
En tiempos de Adolfo López Mateos, los agregados en Coparmex se aventaron el tiro de publicar a ocho columnas una pregunta que sacudía el sistema, el que se había declarado en favor de la Revolución de los barbudos de Sierra Maestra. “¿ Por cuál camino, señor Presidente?”, titularon a su boletín generosamente pagado en los diarios de alcurnia.
López Mateos tuvo que contestar que él era de izquierda, pero dentro de la Constitución. Críticos ilustrados como el gran Renato Leduc, un verdadero genio de los adjetivos y las definiciones de la condición humana, le puso “la izquierda atinada” y se resolvió el problema con los ricardos de aquél entonces.
Los capitostes, consentidos de la revolufia
México superó los problemas que suponía la geografía de las tendencias, los ángulos de izquierda y derecha que habían causado demasiados conflictos. La llegada de los gorilas de Chalchicomula atizó el gallinero, masacrando las ideologías, matando a los defensores de los pensamientos de avanzada, a los creadores en ’68 de un nuevo país. El parteaguas de la modernidad. Costó demasiada sangre.
Pero las ideas de los contestatarios del ’68 prendieron en las libertades civiles, en la capilaridad social, en un nuevo enfoque para ver la política, hasta que el anciano régimen fue derrotado en toda la línea, por los mismos que habían sufrido las masacres.
Los capitostes continuaron siendo los consentidos de la revolufia. A ellos se les entregó todo. El pastel de los permisos, concesiones, exenciones, prebendas, privilegios y tratos extralegales se repartió sólo entre ellos. Década de supuesto crecimiento nacional orló sus sienes. Se les premió hasta la indignidad.
Salinas forró de regalos a Carlos Slim
Carlos Slim, uno de los más grandes millonarios en dólares del mundo recibió la mayor parte. Salinas de Gortari se encargó de forrarlo de concesiones y empresas estatales a precio de regalo. Telmex, la base de su fortuna mal habida nació de un compromiso espurio, al margen de todas las leyes, contra los intereses supremos de la Nación.
Y de ahí para adelante. Se le regaló la Bolsa tenochca de Valores y desde ahí se convirtió en el Savonarola de los favoritos. Todos los rateros del sistema pasaban por ahí para ser premiados con acciones que en el extranjero eran manipuladas al servicio de los defraudadores.
Era y es un Rey Midas mexicano. Todo lo que toca lo convierte en bonita. El es el culpable de las mayores tragedias laborales, industriales y comerciales del país. El imprescindible en las páginas de papel cuché ofrecidas por los servidores nefastos del sistema. Los dueños de los medios, todos, se arrodillan ante él.
Aunque sepan que fue quien regaló los ahorros de los obreros, utilizados en el frustradomega aeropuerto faraónico de Texcoco a bufetes de abogados gabachos que todavía siguen insistiendo en que la aventura fue riesgosa y necesitan exprimir más todas nuestras tripas. Nada de eso importa. Hay que vanagloriar a Slim.
Slim siempre tendrá la cabeza en la picota
Slim es el mayor concesionario de bienes nacionales, patrimonio común de todos los mexicanos. Sus delitos y complicidades en contra del interés público son tan graves que jamás prescriben. Aunque los fiscales de la República hagan que la Virgen les habla.
La Nación tendrá en todo tiempo la facultad de imponerle a sus propiedades las modalidades que dicte para lo que a su derecho convenga. Así dice la Constitución desde hace más de cien años, aunque los entreguistas que han usado la banda presidencial hayan fingido demencia.
Slim siempre tendrá la cabeza en la picota. Aunque él no lo quiera aceptar, y aunque se desempeñe como un prócer de petate. Ya llegará el momento en que deba rendir cuentas a la Nación. Ahora o un poco después. Eso no tiene remedio alguno. Es de explorado derecho. Es de reclamo público.
El primer deudor de exenciones fiscales
Carlos Slim sigue utilizando todos los medios de comunicación a su servicio para enlodar las potestades jurídicas del régimen. Así lo ha hecho el rey de la impunidad y de la inmunidad. Hasta que la fiesta acabe.
Se acaba de aventar la puntada de declarar –con boletín pagado– que el gobierno no sabe cómo dirigir el cambio social. Como si él fuera el paladín del desarrollo. No se da cuenta que toda su fortuna es de prestado, que todos sus logros son de cartón. Que casi nada ha tenido que ver, sólo ser el favorito del sistema.
No sabe o no le han dicho que, por primera vez en muchos años, la sociedad goza de un nuevo régimen abierto a todas las posibilidades para llevar a cabo los programas sociales. No sabe que él es el primer deudor de exenciones fiscales que rayan en la esquizofrenia y que el pueblo tiene derecho a la devolución de lo sustraído.
La gente reclama por primera vez justicia. Y eso nadie se lo puede negar. Es una de las facultades primigenias de la soberanía, del poder que radica en su voluntad, exclusivamente en su voluntad.
Tiene el morro de situarse por encima de la Constitución y de todas las leyes para seguir exaccionando al país. Nadie se le ha puesto enfrente para hacerle pagar sus desmanes y excesos, conseguidos al costo del hambre y la desesperación nacional. Cree que el pueblo no tiene memoria ni archivo. Está equivocado en toda la línea.
Menguante, la influencia de Carlos Salinas
La fortuna mal habida de Carlos Slim, aunque se cuente en miles de millones de dólares y esté respaldada por la influencia menguante de Carlos Salinas de Gortari, es más frágil que un barco de papel. Depende de la voluntad del pueblo, de la necesidad popular, de la voz jurídica de la Nación.
Y aunque ninguno de los dos cómplices lo crea, el Estado mexicano es más fuerte que todos nosotros juntos. Cuando se decida a actuar deberán caer las cabezas más desprestigiadas y requeridas por el pulso público.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: En la columna Balconeando se ha dicho en repetidas ocasiones que Carlos Salinas de Gortari usó a Carlos Slim para que, junto con la Fundación de los Clinton, compraran impunidad para Emiliano Salinas Occelli en el asqueroso caso de la secta NXIVM –trata de blancas, esclavitud, pornografía infantil y otras linduras–, cuyo juicio se lleva a cabo en Brooklyn. Pues bien, este último viernes hubo un giro inesperado cuando la fiscal del caso, Moira Kim Penza, identificó a Emiliano Salinas, hijo del expresidente de México, como presunto cómplice de Keith Raniere, el jefe de la secta. Salinas aún no afronta cargos criminales en Estados Unidos. Hasta ahora había sido citado como uno de los mejores amigos de Raniere y con quien se asoció para el establecimiento de sus centros de aprendizaje en México. En el sistema judicial de Estados Unidos, empero, una persona puede ser identificada como cómplice sin haber sido acusada. + + + Escribe don Miguel Ramírez: “Independientemente del nombre que le demos al momento extraordinario que estamos viviendo en México, no queda duda de que los cambios que el gobierno de AMLO ha hecho, y los que vendrán más adelante, marcarán un antes y un después en la historia de nuestro país. Son cambios reales, profundos, no maquillados ni gatopardescos, o sin trascendencia como algunos de los del sexenio anterior, que fueron simplemente cambios de nombre: al IFE se le llama INE, a las procuradurías se les dice fiscalías y a los expedientes se les nombra carpetas. La importancia de estos cambios ha ocasionado inconformidad entre algunos que ya se ven afectados por ellos. Las OSC u ONG, como se les quiera llamar, son algunos de los perjudicados. Al recibir financiamiento del gobierno, a pesar de que quieren aparentar autonomía, se ocasionan infinidad de colados entre sus filas. Nada más de recordar que aquí se encuentra la ONG ‘Alto al secuestro’, que pertenece a la tenebrosa señora Wallace, de inmediato surgen dudas acerca de su honestidad, por lo que el gobierno debe hacer una depuración en la lista de estos organismos y continuar ayudando a los que verdaderamente cumplen con su misión eliminando a los que únicamente buscan el beneficio personal de quienes los dirigen. También los medios de comunicación ya están padeciendo las medidas de López Obrador. Algunos periodistas sienten tal fobia en contra del tabasqueño, gratuita o por encargo, que incurren en errores que resultan risibles. AMLO subió en sus redes una foto de la reunión que tuvo con el actor Richard Gere. De inmediato, Denise Dresser, una de sus críticas enfermizas que no desaprovecha ninguna oportunidad para tratar de golpearlo, lo enjuició duramente por haber recibido a… Gerardo Ruiz Esparza. Denise es de las que primero critican y luego averiguan. Igual están sus demás compañeros que juegan en el mismo equipo.”
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