Por Arturo Sandoval
“Nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes habrá fracasado en este mundo”.
Charles Dickens (1812-1870).
Como si sucediera en Somalia o en Vietnam; se mueren de hambre, los asesinan los violan a niños y niñas indígenas; claro, también los matan en caliente o los condenan a morir de hambre. Sus padres y madres, sus abuelos, sus amigos, todas las familias completas sufren lo mismo. Son esos “nadie” que sólo conocemos en películas, porque aunque estén deambulando en las ciudades en venta banquetera de artesanías, atrás de un comal de venta de tlacoyos o cargando más de cien kilos de rasposos ladrillos en la espalda, para subirlos por endebles escaleras de madera varios pisos, son invisibles y, si los vemos los queremos lejos de nosotros. No sólo son pobres, son mucho menos que eso, son pueblos enteros de indígenas desplazados de sus tierras, de sus hogares. Los despojan de sus pertenencias, les quitan sus tierras, el agua; roban sus animales y usan la violencia extrema para sacarlos de sus pueblos. Si salen con vida, caminan días y noches por senderos con peligros con delincuencia, fauna peligrosa, enfermedades por desnutrición, por climas extremos, por miles de causas en el camino mueren, se enferman o salen heridos.
El Día del Niño falleció María del Carmen Jiménez Ramírez, desplazada con sus papás en Acteal.
Cortesía: Las Abejas de Acteal.
¿Tienen quién los defienda? Claro, hay muchos; y sólo en lo que va del año han asesinado a más de cien defensores de la tierra; aproximadamente la mitad de ellos en la administración de la 4T. Estos pueblos desplazados se refugian dónde pueden, pocos son quienes los apoyan. Los gobiernos no destinan recursos para, por lo menos no mueran de hambre ni los asesinen.
Periódico Reforma del 12 de julio de 2021
La famosa matanza de Acteal en los noventa, más otras menos mediáticas, suceden periódicamente. De cinco en cinco, de diez en diez los van exterminando, sin importar si son niñas o niños; ancianas o adolescentes. La ambición de terratenientes, las luchas del narco por territorios, la avaricia por los recursos naturales son justificantes para convertir a seres humanos en objetos eliminables.
Todos, absolutamente todos los pueblos indígenas de México han sufrido todo tipo de atropellos, incluso por empresarios extranjeros y mexicanos con concesiones mineras, energías eólicas y celdas solares, quienes desplazan comunidades y empobrecen al contaminar tierras. De estos pueblos, ninguno se salva:
Baja California
Kiliwa (Ensenada)
Cochimí (Ensenada)
Paipai (Ensenada)
Cucapá (Mexicali)
Kumiai (Playas de Rosarito)
Campeche
Ixil (Campeche)
Kanjobal (Champotán)
Quiché (Champotón)
Kekchi (Champotón)
Coahuila
Kikapu
Chiapas
Jacalteco (Amatenango de la Frontera)
Mame (Amatenango de la Frontera)
Tojolabal (Las Margaritas)
Ckchiquel (Mazapa de Madero)
Motozintleco (Motozintla)
Tzeltal (Ocosingo)
Lacandón (Ocosingo)
Zoque (Rayón)
Tsotsil (San Cristóbal de las Casas)
Chol (Tila)
Chuj (La Trinitaria)
Chihuahua
Tarahumara (Guachochi)
Tepehuan del norte (Guadalupe y Calvo)
Pima (Madera)
Durango
Tepehuan del sur
Guanajuato
Chichimeca Jonaz
Guerrero
Amuzgo (Ometepec)
Tlapaneco (San Luis Acatlán)
Mixteco (Tlapa de Comonfort)
Mixteco Mixteca Alta (Tlapa de Comonfort)
Hidalgo
Náhuatl (Huejutla de Reyes)
Otomí (Ixmiquilpan)
Estado de México
Mazahua (Ixtlahuaca)
Ocuitleco (Ocuilan)
Matlatzinca (Temascaltepec)
Michoacán
Purépecha
Nayarit
Cora (Del Nayar)
Huichol (La Yesca)
Oaxaca
Mazateco (Huautla de Jiménez)
Zapoteco (Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza)
Triqui (San Martín Itunyoso)
Huave (San Mateo del Mar)
Chatino (San Miguel Panixtlahuaca)
Zapoteco de Ixtlán (San Pedro Pochutla)
Zapoteco Vallista (San Pedro Pochutla)
Chontal de Oaxaca (Santa María Ecatepec)
Zapoteco sureño (Santa María Huatulco)
Ixcateco (Santa María Ixcatlán)
Chocho (Santa María Nativitas)
Mixe (Santa María Petapa)
Tacuate (Santa María Zacatepec)
Cuicateco (Santos Reyes Pápalo)
Chinanteco (San Juan Bautista Valle Nacional)
Puebla
Mixteco Mixteca Baja (San Jerónimo Xayacatlán)
Popoloca (Tlacotepec de Benito Juárez)
San Luis Potosí
Huasteco (Ebano)
Pame (Santa Catarina)
Sinaloa
Mixteco Zona Mazateca
Sonora
Guarijío (Álamos)
Yaqui (Guaymas)
Seri (Hermosillo)
Mayo (Huatabampo)
Pápago (General Plutarco Elías Calles)
Tabasco
Chontal de Tabasco
Veracruz
Totonaca (Filomeno Mata)
Popoluca (Sayula de Alemán)
Yucatán
Mayas
LA SOLIDARIDAD DE A MENTIRITAS
A todo pulmón gritamos en cualquier oportunidad que los mexicanos somos un pueblo solidario. Así es, pero a cuenta gotas, sólo en situaciones cercanas como si un edificio se derrumba en la colonia o en desastres mayores, enviamos productos a centros de acopio para que se envíen a zonas dañadas.
Nos enoja el trato a las manifestantes feministas, tanto de las autoridades como de gente en contra de ellas. Entre risa y desagrado vemos las manifestaciones del flaco movimiento Frena; cada vez se apoya aquí y en el mundo las manifestaciones por los derechos de la Población LGBTTTIQ+; así manifestaciones de estudiantes, de médicos, de diferentes sindicatos ninguno de todos estos grupos son solidarios con los pueblos indígenas ni con sus muy lacerados pobladores. Nadie se pronuncia a favor de ellos, no se hacen manifestaciones, son los más despreciados, robados, despojados, violados y todo tipo de maltratos. A nadie les importan; bueno sólo a muy pocos, entre ellos la fundación creada por Ofelia Medina y Francisco Toledo en defensa de los pueblos indígenas: FISANIM A.C. Fideicomiso para la salud de los niños indígenas de México.
A gente cercana al Ejército Zapatista como Gilberto López y Rivas y Juan Villoro; a periodistas como Ernesto Ledesma y a otros, pero se confirma, muy pocos los verdaderamente solidarios con los más pobres de los pobres.
Sería verdaderamente importante una enorme manifestación masiva de estos y más grupos a favor de esta muy humilde gente. Solidaridad de esa forma, solidaridad individual para cuando veamos a indígenas en la ciudad, les compremos sin regatear sus mercancías, les demos trabajo justamente pagado; no sólo los veamos de reojo, no los discriminemos. Saquemos lo bueno de ser humano en cada uno de nosotros. Exijamos a las autoridades que protejan sus derechos y sus vidas. Sin hipocresías, sin dobles morales, sin solidaridad sólo con frase, sin solidaridad de a mentiritas. Hagámoslo con hechos, con donaciones de lo que sea para llevarlas a las diferentes fundaciones, sin tenerles lástima porque lo que da lástima es esa falta de solidaridad. No lavemos conciencias con frases hechas: “es indignante” “que poca madre de quienes abusan de los indígenas” mejor ayudemos tangiblemente con donativos.
NOTA: Aquí puede dar donativos:
FISANIM A.C. Fideicomiso para la salud de los niños indígenas de México CDMX Calle del Convento 37 Col. Santa Úrsula Xitla, Tlalpan C.P. 14420 Teléfono: 55 5171 – 3705 www.fisanim.org cdmx@fisanim.org
San Cristóbal de las Casas Teléfono: 967 678-8754 chiapas@fisanim.org