Pablo Gato
The shining object. No cabe duda de que la tecnología ha revolucionado el periodismo y el mundo de la comunicación social.
Aplausos para los ingenieros.
Todo es más eficiente, más cómodo y esas comunicaciones son inmediatas. Un mensaje de texto llega en segundos a la otra parte del planeta.
Sin embargo, dejando de lado la casi milagrosa revolución tecnológica en tan poco tiempo ¿ha realmente cambiando tanto la base y los conceptos más primarios del periodismo?
¿O es mucho ruido y pocas nueces?
¿Son los conceptos básicos exactamente los mismos que los que hemos visto desde hace décadas pero rebautizados con nombres modernos y “sexys”?
¿Cuál es verdaderamente la diferencia del concepto básico de “lo nuevo e innovador” comparado a cuando veíamos la televisión en blanco y negro (si, existió la televisión en blanco y negro para los que no lo sabían…), las radios eran de tubos de cristal, las máquinas de escribir pesaban como un muerto y todos leíamos los periódicos en papel?
Por ejemplo, enfoquémonos en el famoso “podcast”. ¿Qué es un podcast sino un programa especializado y algunas veces grabado?
Siempre los hubo.
¿Qué es un “influencer”? Pues lo que siempre se ha llamado un líder de opinión.
Es lo mismo.
¿Qué es un “Live stream”, sino un programa en directo? Siempre los ha habido.
¿Qué es un “blog”? Es básicamente un artículo o espacio muchas veces de opinión, como también siempre los ha habido tanto en la radio, como en la televisión o en la prensa escrita.
Es lo mismo.
¿Qué es una “aplicación” sino un nuevo medio para diseminar un nuevo producto?
Siempre los ha habido y siempre se han ido mejorando, como cuando pasamos de una máquina de escribir a una computadora.
¿Y qué es un “chat live “sino una simple conversación entre varias personas?
Y los ejemplos de todo lo mencionado son miles.
Sí, no cabe duda de que la tecnología ha revolucionado todos y cada uno de esos conceptos, pero realmente no se ha inventado nada nuevo.
La substancia, el producto de fondo, el concepto, es el mismo.
Hemos simplemente reinventado la rueda que siempre ha existido, pero ahora corre más deprisa y llega a más partes. Insisto, un aplauso para los ingenieros, pero esos avances tecnológicos gigantescos han sido enormemente mayores que nuestra creatividad para generar nuevos conceptos.
Al final del día, es como si escribiéramos en esa máquina de escribir negra que cada vez que apretábamos la tecla se sentía como un martillazo, como si leyéramos el diario de toda la vida de papel, como si viéramos los informativos en una televisión en blanco y negro y como si escucháramos aquellas radios preciosas, enormes y con un estilo que no vemos hoy.
Y un último ejemplo de esos conceptos recocinados.
¿Que es un “multimedia journalist”? ¡Pues…un pluriempleado de los de antes, corriendo para trabajar en radio, prensa y televisión y poder así llegar a final de mes! MG